Carta a María: siempre estarás en mi
Fecha: 08/12/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: TetasCelebres, Fuente: CuentoRelatos
... a meter en un compromiso, yo siempre me acelero demasiado…
– Está bien María encantado y espero verte pronto.
– Ciao guapo.
Esa noche al llegar a casa no pude evitar pensar en ti y nuestra conversación. Dormí mal y me levanté sudoroso y excitado. Soñoliento aún, recordé mi sueño, en el que tú te quitabas la chaqueta y me enseñabas el escote… tonteando claramente y tratando de calentarme. No necesitaba más, estaba totalmente empalmado y con un calentón increíble. Enseguida me empece a acariciar la polla, pensando en ti, imaginándome quitándote la ropa, besando y disfruntandote entera. Pensé en tus pechos, deben estar bien duros y firmes, pues parecías una niña aún, – más tarde me enteré de tus 20 años.- aceleré los movimientos de mi mano en mi verga tratando de correrme, cosa que logré enseguida, soltando mi leche y pringando la cama, que no me quedo más remedio que mudar.
Por la tarde vi a mi novia, que tenía día libre. Eran las tres tan solo y yo no abría el pub hasta las nueve, así que nos dirigimos a mi piso. Al llegar, nos besamos y empezamos a acariciarnos, la quité su blusa y el sostén, dejando al descubierto sus pechos perfectos de mujer recién formada, sus 95 de pecho miraban hacia el cielo, como es normal con 18 años como tenía ella aún, y sus pezones sonrosados, recubiertos por una aureola diminuta, duros y largos demostraban su estado de excitación. Debajo del pantalón, un tanga blanco cubría su sexo depilado, a excepción de una ligera rayita a lo ...
... brasileño como ella lo llamaba. Unos labios gruesos dejaban paso a un clítoris gordo y grande que bien sabía yo como hacerle gozar. Ya desnudos, comencé a besar todo su cuerpo, acariciando levemente con la punta de mi lengua sus pechos, tripa… me acerqué suavemente a su sexo ya excitado y abriéndome paso con mis manos, exploré su coño lentamente, saboreando sus jugos, acomodándome a su ritmo. Al observar que ya estaba bien dispuesta, me adueñé de su clítoris torturándolo con dulzura, escuchando sus gemidos que confirmaban mi buen hacer. Pronto ella se levantó, tirándome a mí en la cama y con una bonita sonrisa se situó encima mío, cogió me polla y la introdujo en su interior. No había entrado entera cuando exploté. Como todas nuestras relaciones sexuales acabó sin casi haber comenzado.
– Joder Jorge, siempre igual.
– Lo siento cariño… ven que voy a comerte un poco mientras esta revive.
– Déjalo ya estoy harta de esto.
– Cielo yo lo intento pero…
– Mira yo no aguanto más, eres un egoísta y ya no me encuentro con ganas de seguir.
– Sabes que estoy tratando de superarlo amor, dame un poco más de tiempo.
– Ese es el problema Jorge; el tiempo. Llevamos tres años igual y esto no mejora. Aún no sé lo que es correrme con una polla dentro y ya no aguanto más. Será mejor dejarlo aquí.
– Creo que la egoísta eres tu. A mí me duele más que a ti. Yo tampoco lo estoy pasando bien.
– Por eso mismo; no sé dónde esta el fallo, quizá sea yo que no sé entenderte, por eso es ...