Relatos eróticos esposos cómplices cap 129 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 129

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Hola amigos, soy Maru la puta qué yá les viene relatando en los cap 118/21/2/4/8 todo lo qué pase, para llegar hasta dónde ahora estoy y no me arrepiento.

Voy a tratar de resumir mi relato para qué no se haga aburrido, bueno me quedé en qué había celebrado en tres oportunidades, la decisión del poder judicial de declarar inocentes a mis hermanos.

Primero con él juez y un general, segundo con mis hermanos y por último con él capitán qué hizo el mayor esfuerzo para qué no abandonen la causa de mis hermanos y por lo cuál me cachaba casi todos los días y a mí me gustaba, por qué aparte de tener buena verga cacha muy rico 

En ésta celebración yá le pude oficializar mi sueño del qué le dí algunos avances       
" Tener una casa de cita "

Capi : No mi amor, yo te quiero para mí sólo.

Yo : Nunca me has tenido para tí sólo.

Capi : Bueno con uno qué otro viejo de verga muerta.

Yo : No hables así, con mis hermanos y también con algunos que tenían la verga dura.

Capi : Pero amor, ésto es diferente.

Yo : Bueno Capi, contigo o sin ti, yo tendré mi casa de cita  

Capi : Mi amor, pero para éso se necesita plata.

Yo : Cuánto se necesita ?

Capi ; No lo sé, depende de la categoría que lo quieras hacer.

Yo : Uno de primera categoría.

Capi : Uno así puede llegar a costar hasta un millón.

Yo ; Entonces a partir de mañana haré cualquier cosa para ir guardando dinero para mí casa de cita.
Me vas a apoyar ?

Capi : Lo qué tú mandes ...

... mi amor.

Al día siguiente me fuí a hablar con la Mis Susan.

Después de los saludos y otras trivialidades de mujeres, entré en materia.

Yo : Mis, si trabajo con usted cuánto ganaría yo al mes ?

Mis : Si trabajas al mismo ritmo que trabajaste aquí y no sales te daría la cuarta parte de lo qué pagué el cliente.

Yo : No puede ser algo más?

Mis : Te estoy dándo lo maximo que suelo dar.

Yo : Y cómo sé, qué lo qué me paga es lo correcto ?

Mis : Maru, recuerda, somos putas, no ladronas.

Yo : Cuándo comenzaría ?

Mis : Cuándo tú quieras, pero recuerda qué no saldrás de aquí, hasta cuando se cumpla el mes.

Yo : Está bien, me quedo.

La mis llamó a su asistente y me asignaron un cuarto muy bonito en el primer piso.

Después de mi baño, me llevaron a su taller y me cortaron el cabello, las uñas, me depilaron y me maquillaron, dejándome  linda y deseada, que yo misma quería cacharme y después de almorzar, inicié y fué bueno estar en el primer piso, por qué al asomarme a la puerta me podían ver casi todos los clientes y para asegurarlos quebraba mi cuerpo, mostrando mis curvas y lo qué más les atraía era mi cara de niña ingenua y coqueta, y cuándo lograban entrar, por qué tenían qué esperar turno, les permitía qué me hagan de todo y todo lo disfrutaba agradandole a ellos.

A veces no dormía, para no perderme ni una hora de trabajo, no les digo del tamaño de los vergones qué también llegaron, por qué con los qué yá me había comido, no me hacían sufrir ...