Relatos eróticos esposos cómplices cap 132
Fecha: 13/11/2024,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: Chacri, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Hola amigos, me llamo Manuel pero me dicen Toño, tengo 55 años igual qué mi esposa, soy de tez clara con raíces negras, 1.80 de altura con 100 kgs de peso, ojos y pelo negro.
Mi esposa se llama Ruby de raza blanca, 1.50 de altura, con 60 kgs de peso, ojos claros y pelo castaño.
Tenemos un hijo qué está terminando la universidad y al titularse se irá fuera del país.
Mi relato se basa en establecer el cambió qué sufrieron nuestros cuerpos y nuestras actitudes desde qué nos casamos.
Vivíamos en un barrio popular en dónde la familia de ella destacaba por su economía, por sus rasgos étnicos y por su educación, por lo cuál su círculo de amigos estaba en otro lugar.
En cambio mi familia sí calzaba con éste lugar y yo era el más palomilla, estaba hasta tarde en la calle con mis amigos, tomaba licor, me iba a fiestas y yá me había cachado a varias de mis amigas.
Nora, qué así se llamaba, siempre me miraba cuándo regaba su jardin y yo también a ella. Pero no me atrevía a hablarle, por qué intuía su respuesta y yo cómo el bravo no quería quedar en ridículo.
Pero en una reunión qué hizo el Alcalde en nuestro parque, escudado por la multitud le hablé, esperando no tener respuesta, pero me contestó muy educadamente sin mirarme y por primera vez la vi de cerca, era más bonita de lo qué parecía, su piel blanca era tersa, sus ojos eran muy claros y lindos, su boca, sus dientes, sus manitos, era completamente hermosa, sólo qué era bajita, delgadita me imaginé 45 kgs ...
... pero de bonito cuerpo.
En ése momento de ensueño que iba a seguir la conversación, escuché a su papá qué la llamó, diciéndole qué no se junte con ésos vagos buenos para nada. Antes de irse me sonrió, clavándome la flecha de cupido y juré hacerla mía a cualquier costo.
A partir de ése momento hice un gran cambió en mi persona, para aparentar ser un chico diferente.
Me bañaba, me cambiaba y me peinaba todos los días, ella y sus padres me veían pasar por su calle con mis lentes y mis libros yéndome a estudiar a un instituto qué me matriculé.
Pero cuándo yá no estaba a la vista de ellos, volvía a ser el mismo degenerado de siempre.
Con ésa personalidad fingida logré qué sus padres se interesen en mi, diciéndole a ella , qué ése ( Por mi ) era el tipo de chicos con el qué debería tener amistad.
Un día regresando la encontré en el camino y la saludé con temor y viéndo qué me contestó, inicié una conversación que duró hasta la puerta de su casa, en dónde estaban sus padres esperándola.
Muy nervioso los saludé y después de contestarme, agradecieron mi gesto de acompañarla invitandome un refresco.
Al llenarme de preguntas les dije el guión qué yá tenía preparado. Vivo al otro lado y cruzo por aquí para irme a estudiar a la academia en dónde me preparo para postular a una gran universidad.
Me despedí rápido para no absorber más preguntas y por qué en cualquier momento podía fallarme mi léxico florido por el vulgar de barrio.
A partir de ése momento la ...