Relatos eróticos esposos cómplices cap 132 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 132

... has estado con otras mujeres ?

Yo : Si mi amor, pero nunca una virgencita tan linda cómo tú.

Después de los previos que dieron efecto rápido por la pastilla y etc colocada en misionero lo intentaba y no cedía y creo qué después de 2 horas logré meter la mitad de la cabeza, haciéndola gritar y revolcarse en la cama.

Yo : Amor, creo qué por hoy día está bien. Ahora, no sé si podrás hacerme una paja para quedarme tranquilo.

Nora ; Quién más te lo puede hacer si no soy yo. 

Y entre chupadas de verga y huevos me la corrió tan rico saliéndome leche aguantada de una semana qué embarró sus manitos.

Yo : Tragalo mi amor.

Nora : No pof, qué asco.

Yo : Amor, todas las parejas se tragan sus jugos y sus leches entre ellos.

Después de probarla de a pocos se lo trago todo.

Nora : No sabe a nada pero se disfruta masticandolo.

Me contó lo qué habló con su mamá al día siguiente y le dijo qué yo la quería y por éso le tenía paciencia. Pero yo gozaba imaginando su cara al escuchar a su hija.

Al tercer día volvimos a intentarlo y con las mismas precauciones logré meterle la cabeza, dando un grito bien fuerte y si no se acercaron sus padres fué por qué yá se imaginaban lo qué había sucedido.

La acaricié por qué me imagino del dolor qué habrá experimentado, por qué hasta lloró.

Nos quedamos dormidos y a las 2 horas desperté mojado, pensando qué me había orinado y al revisar estaba la cama mojada con leche aguada con sangre.

Nos asustamos y con temor por ...

... ser algo nuevo para nosotros, llamamos a su mamá, quien después de abrazarla, se la llevó a otro cuarto, regresando luego sola, pidiendo qué la ayude a sacar el colchon al patio y luego en el nuevo cuarto me dí un baño.

Nora : Dice mi mamá qué me has roto el himen y qué yá no soy virgen.

Nos abrazamos contentos durmiendo hasta el otro día qué regresamos a nuestro cuarto, yéndome a trabajar feliz por haber roto mi primer pito y era el de mi mujer.

Descansamos por una semana, por qué aún le dolía pero me corria la paja 3 veces tragándose la leche.

Las miradas de mi suegra a mi bragueta eran evidentes qué su hija inocentemente le preguntó si ella aguantaría mi verga.

Mamá : Ay no hijita, Dios me libre.

Nora : Mamá, por tus años de experiencia y por haberme parido, puede qué lo aguantes sin mucho dolor.

Mamá : No hijita muchas gracias, con la de tu papá qué tiene la mitad estoy conforme.

En éste nuevo intento volvió a soportar sólo la cabeza pero con menos dolor y trate de vaciarme pero no podía, tenía que meterle más verga

Una semana más me la corrió tragándose mi leche.

En la siguiente semana, más  decididos, logré meterle 5 Cms aparte de la cabeza volviendo a gritar y a llorar.

En verdad si yo no la quisiera yá la hubiera dejado, no sé si hay otro hombre con más paciencia que yo.

Demoré más de dos meses en lograr meterle toda mi verga, teniendo qué vaciarme sólo, por qué le dolía mucho al moverse.

Recién a los 4 meses de casados logramos ...