Relatos eróticos esposos cómplices cap 146 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 146

... por las noches.

Se paró muy nervioso y comenzó a dar vueltas.

Tío : Hija, éso te molesta ?

Yo : No tío, pero éso no  siempre te vá a dejar satisfecho.

Tío : Hijita, nunca te haría daño. No tengas miedo.

Yo : Tío, no tengo miedo y aún así, quieras hacerlo te lo aceptaría, pero tú necesitas algo más.

Tío : Está bien hijita, pero te pido que me des tiempo y si no te molestas, mientras tanto puedo seguir durmiendo atrás tuyo.

Yo : Está bien tío, si quieres también te ayudo con mis manos.

Tío : Grácias hijita.

En la noche estando en la cama los dos.

Tío : Hijita, podemos dormir sin ropa ?

Muy nerviosa no sabía si había planteado mal o bien el problema.

Desnudos en la cama pude ver su verga más grande de lo qué me imaginé, comenzando a acariciarle desde la cabeza hasta los huevos pasando por sus venas saltadas, notando su dureza y viendo sus tremendas dimensiones notaba también su excitación.

Ante mi inexperiencia, él me tomó de mis manos, enseñándome a pajearlo y después, sólo me dirigía aoreta, suelta, más rápido y en 3 minutos, salieron volando chorros de leche, embarrando mi cara y pelo.

Me quedé quieta, por qué mis manos estaban embarradas y mis ojos tapados por la leche, hasta qué mi tío se recuperó y trayendo unas toallas me limpió, pidiéndome disculpas por lo sucedido.

Yo : No te preocupes tío, lo importante es qué estés tranquilo.

Tío : Hijita, estoy tranquilo gracias a tí.

Yo : Tío, pero qué grande lo tienes, así se te ...

... ha puesto o siempre lo has tenido así ?

Tío : Ése es mi tamaño hijita.

Yo : Pero con éso puedes matar a una mujer.

Tío : No hijita, las mujeres están hechas para soportar cualquier tamaño.

Yo : O sea, qué yo podría tener todo éso dentro de mi cuerpo.

Tío : Claro que si hijita, te dolerá un ratito pero te entrará todo y hasta lo disfrutarás.

Yo : Tío, quisiera probarlo, me dejarías ?

Tío : Pero no quisieras guardarlo para tu esposo el día de tu boda.

Yo : El futuro no sabemos si lo veremos, pero el presente si y quisiera que me lo metas por favor.

Tío : La próxima semana, después que te pongan una inyección para que no salgas preñada.

Yo : Está bien tío.

Tío : Ahora me permites dormir chupando tus tetas ?

Yo : Yá te he dicho, hazme lo que quieras tio.

Y chupó no sólo las tetas, sino también mi concha y mi culo y después yo también le chupé la verga, tragandome su leche, durmiendo hasta el día siguiente en qué lo despedí después del desayunó, con un beso en la boca.

No cabía tanta alegría en mi cuerpo por haber tenido una gran verga en mis manos, haberla pajeado, acariciado, haberme tragado su leche, haber sentido sus besos, su lengua en mi culo y mi concha, haberme mamado mis tetas y ahora estoy a punto de tener toda su verga dentro de mi. Eso era mejor regalo que cualquiera qué hubiera recibido y quería más. 

Todos los días siguientes repetimos lo mismo, hasta el sábado en la noche, en qué me llevó a una botica lejana para qué me ...