Relatos eróticos esposos cómplices cap 146 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 146

... los secretos qué tenía con mi tía, y lo mucho que le gustaba el sexo anal, pudiendo qué también me lo haga a mi.

Tío : Hijita, pero éso es más doloroso.

Yo : Tío, pero mi tía lo soportaba, por qué yo no podria. Además tu no me vas a matar  ?

Tío : Nunca hijita, esperas a mañana o para hoy quieres. 

Yo : De una vez mejor tío y colocándome de a perrito, sentí que puso una crema en mi ano y agarrándome de los hombros grité al sentir que su cabeza  me había roto el culo. Con el cojín en la boca volví a gritar teniendo media verga adentro mio. Uff qué dolor tan grande y con otro empujón sentí sus bolas golpear mi concha, teniendo toda la verga adentro grité, enterrando mi cabeza al colchón pero manteniendo el culo parado.

No me moví, mientras sentía a mi tío moverse como un salvaje feliz adentro mío, tratando de perforar en lo más profundo y en circunferencias, dejándome el culo más abierto, hasta qué sentí su leche caliente irse por mis tripas.

Sintiendo un mal olor me cargó y bañándome revisó mi culo diciendo lo fuerte y lo rica que era.

Descansé una semana por qué me dejo bien adolorida y después cachamos por la concha cada dos días y por el culo una vez a la semana

Al mes yá me ponía en otras poses, viviendo una vida de esposos entre nuestras 4 paredes y la de un padre con su hija cuándo salíamos a la calle. 

A los 3 años ni tío se resbaló de una escalera, quedando parapléjico. Una tragedia difícil de superar para un hombre aún fuerte y para mí ...

... tener qué afrontarlo, a pesar qué el medico dijo qué por su juventud sus movimientos serían más activos.

Empeoró todo cuándo la empresa sólo nos dió un cheque de indemnización, sin derecho a una pensión mensual, por haber trabajado toda su vida como independiente.

Yo : Ésto está bien o te están estafando tio.

Tío : Está bien hija, éso es cierto no tengo derecho a la pensión.

Yo : Tío, ésto alcanzará para un año y después qué hacemos ?

Tío : Mi familia dice qué están haciendo una colecta a mi nombre.

Yo : Está bien tío, yá veremos 
  
Lo dejé ahí para no martirizar a mi tío, pero sabíamos los dos qué estamos en problemas.
No podía trabajar por qué no había quien se quede con él.
 
Tampoco nadie dijo para llevárselo a su casa, más bien rehuyeron toda responsabilidad.

Al mes nos entregaron una ayuda en efectivo por parte de su familia y recibimos otra ayuda de parte de la familia de mi mamá, pero calculando ése importe, sólo nos daría para año y medio de mantención, alquiler de casa, tratamiento y otros gastos.

Mi tío no daba signos de ése apetito sexual de antes, inclusive cuando lo bañaba y lo pajeaba ni se le paraba la verga y con todos los problemas hablaba mucho de querer morirse.

Por mi parte acepté a un chico qué me cortejaba en el mercado, diciéndome que quería casarse conmigo y vivir juntos con mi tío.

Me animé pensando qué ésa sería la solución a nuestros problemas y además por qué yá me picaba la concha.

Cachamos por un mes y a pesar ...