Relatos eróticos esposos cómplices cap 149 - Relatos Eróticos

Relatos eróticos esposos cómplices cap 149

... pero me imaginé que era fácil, así que me agaché y me lo metí como pude a la boca y con la mano me ayudé. Pasó media hora y yá me estaba cansando, entonces el señor dejo de agarrarme el culo con su mano y comenzó a pajearse a gran velocidad y deteniendo el carro, le ví su cara deformada, cómo si estuviera en trance y cuando menos pensé, jaló mi cara metiendo su verga en mi boca y apretando mi cabeza me obligó a tragarme toda su leche, que mandó garganta abajo hasta llegar a mi barriga.

De verdad que no me dió asco, por qué he sabido comer comida media malograda que me regalaban o conseguía.

Señor : Dime, te gustó ?

Yo : Sí señor.

Llegando cerca de donde me recogió me entregó los 100

Señor : Si ésto lo mantienes en secreto, regreso la otra semana por aquí y lo hacemos nuevamente.

Yo : Está bien señor.

Ésa tarde compré buena comida llevando a la casa y disfrutando hasta con mis papás.

A mi papá le tenía cólera por que nos pegaba por cualquier cosa y cuando mi mamá nos defendía también le pegaba. Igual era cuando nos manoseaba a mi o a mi hermanita.

No nos daba de comer, vivimos ahí por qué ésa era una invasión de mi abuelo y él se quedó por borracho y mis tíos si se fueron por ser trabajadores.

No le importaba si comíamos o si estábamos bien de salud, menos si estudiábamos.

Ése era nuestra vida por meses y mi alegría era cuando llegaba el viejo, qué por tragarme su leche me daba 100 y ése día comíamos rico, pero era una vez al mes.

Éste ...

... servicio se lo ofrecí a otros viejos, pero ninguno aceptaba por miedo, pero hubo un taxista, el qué ahora es mi esposo que me aconsejo, qué no haga éso y busque otro ingreso más decente, yo le escuchaba y siempre cuando me veía me regalaba 20

El viejo en varias oportunidades, me pidió llevarme a un lugar, para hacer cositas por 500, pero por miedo a qué me pueda hacer daño con su vergota no le acepté.

Una noche vimos a mi papá en su cuarto requintando sólo y borracho, entrando a nuestro cuarto de un momento a otro y cargando a mi hermanita se la estaba llevando y todos nos fuimos contra él, que agarrando un fierro dijo.

Papá : Tengo ganas y tú madre no está, por éso me la llevo, en un rato se las devuelvo.

Por lo que había visto hasta ése momento, me di cuenta que los hombres o se mueren por una concha o son capaces de matar también.

A uno de mis hermanos le cayó un fierrazo por querer salvar a nuestra hermana.

Yo : Papá, qué pasó con mamá ?

Papá : Se ha ido con otro hombre, pero yá volverá.

Yo : Papá, si necesitas mujer aquí estoy yo, deja a mi hermanita.

Papá : Pero yá no me hacen problemas ?

Yo : Ninguno papá, pero tienes condón.

Papá : No tengo, pero no importa, si te preño sólo será otro hijo más que mantener.

Mi hermano le entregó dos condones.

Yo : Sólo me déjare, si usas el condón.

Papá : Está bien vamos.

Soltando a mi hermanita todos la abrazamos llorando y con las mismas lágrimas me vieron caminar resignada al cuarto de papá ...