1. Fermín el casero perverso


    Fecha: 11/01/2025, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... familia vivirá plácidamente aquí. Como te dije, el pueblo está bajo la protección de mis socios, no debes preocuparte por la inseguridad, me aseguraré de que a tu marido nunca le falte chamba; lo mismo va para tus hijos, si llegaras a necesitar algún apoyo económico para sus estudios o cualquier otro asunto sólo házmelo saber. A cambio, solo debes entregarme tu cuerpo, te voy a hacer mía, y tú vas a ser sumisa, acomedida y obediente conmigo, es decir con tu macho; como todas las mujeres deberían ser. Tienes suerte de no tener hijas porque sino tendrías que entregármelas también, cuando ya estuvieran bien creciditas claro, no soy ningún pederasta jajaja—
    
    —Eres un monstruo, no puedes hacernos esto ¿quién te crees que eres?, ¿no tienes temor de Dios? quizá yo no lo haga pero un día te darán tu merecido anciano de mierda, a todos nos llega la retribución de nuestros actos y tu…— la mujer fue interrumpida por una brutal bofetada que recibió en el pómulo derecho. Del impacto la mujer casi fue derribada, pero solo tambaleó y se cubrió el rostro con ambos brazos temiendo otro golpe.
    
    —No me gusta pegarle a mis viejas pero ya te estabas pasando de lista. Hasta ahora he sido cortés contigo pero debo adiestrarte como la perra ladradora que eres con mano dura—
    
    —No… espere por favor… no me haga daño, no sea cruel por favor…— suplicó la mujer con la mejilla enrojecida por el golpe y con una parte del labio inferior a punto de reventar.
    
    —Entonces a partir de ahora me obedecerás ...
    ... sin repelar y me llamarás “amo” siempre con el debido respeto, también, solo abrirás la boca cuando te lo autorice; si te portas bien yo te trataré como mi mujer con las deferencias que te mereces y jamás te volveré a pegar, al contrario seré cariñoso y hasta te daré algunos detallitos. ¿Entendido?—
    
    —N… no me haga esto a… amo, ¿qué me va a hacer? yo no quiero fallarle a mi marido, lo amo y además no soy ninguna mujerzuela como para…— Fermín hizo un puño con una mano, la mujer lo notó y se calló mirando al suelo.
    
    —Mira no te doy otro madrazo porque estás re chula, y sobre lo demás, todo a su tiempo preciosa, ahorita quiero verte como Dios te trajo al mundo— dijo el hombre esta vez con mirada lasciva, se acercó a la mujer y le rodeó la cintura con un brazo.
    
    Con el otro comenzó a levantarle la blusa de hombros descubiertos que llevaba, su mano iba encaminada a estrujarle las tetas. Llevó su boca al cuello de la mujer y lo llenó de besos efusivos en el lado derecho llegando a mordisquearle con los labios el lóbulo de la oreja.
    
    Los ojos de la mujer comenzaron a anegarse en lágrimas, pero suspiró resignada haciendo una mueca muy lastimera y alzó los brazos para que Fermín le quitara la blusa. La mujer sabía que aunque todo su ser lo aborreciera, no tenía en este momento otra opción más que obedecer al anciano, debía entregarle su cuerpo, y lo peor de todo; temía recibir la verga de ese vejete en su interior. 
    
    La expresión de Fermín se volvió completamente salvaje, era ...
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