Mi hija Dorita y se hermana postiza - Relatos Eróticos

Mi hija Dorita y se hermana postiza

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Bueno, dije. Hay que arrancar en algún momento. 
Fue entonces que Florcita salió del baño y se metió en la habitación. La vi de refilón pero me pareció verla vestida de puta, con lencería erótica y portaligas….guahhhhh… me latía el corazón con taquicardia y se me secaba el aliento de la boca. 
-Me voy a acostar con Flor pa….. cuando apaguemos las luces… vos llegás y te sentás en el puf que está ahí, ves. De ahí podrás ver el espectáculo. Espero te guste papi…. Me dio un beso en la boca con cara de trola y se fue a coger con su amiga Florencia, que, en la trama de esta especie de película porno sin cámaras, sería su propia hermana. 
Se apagó la luz. Silencio. Mi mente volaba. Estaba como entre ansioso y nervioso y desde ya que mi pija estaba parada como si fuera un adolescente en celo. Jamás había tenido este tipo de jueguitos sexuales.
Me senté en el puf y en efecto, como predijo Dora, se veía perfecto todo lo que pasaba en esa cama. Mi hija debería ser directora porno. En fin. Pese a la penumbra, la poca luz que entraba de la calle bastaba para que se pudieran ver con cierta precisión nocturna todas las cochinadas que harían mis dos hijas. Lo primero que vi entre sombras fue dos cuerpazos de mujeres exuberantes. De hecho, parecían dos gatas con lomos de primera que solo aparecen en las películas pornográficas. Eran dos mujeres esculturales, a las que se las veía besarse, acariciarse y abrazarse al son de gemidos y palabrotas. La cosa de entrada era tenue pero se ...

... intuía que iría en escala. Flor estaba como dije, vestida de puta con lencería erótica y Dora totalmente en pelotas. Pero se veía que tenían algunos aparatitos sobre la cama. A medida que se besaban y se decían cositas ricas, Dora dice: querés probar mis chiches…. Y Flor responde si hermanita…. Mostráme tus jueguitos… Entonces agarró una pija trucha, una especie de consolador de los de ahora, que parecen vergas de veras, y se la empezó a refregar a su hermana por la cara. Dora le dio un beso al pijómetro y luego lo metió de una en la boca a Flor….
Esta empezó a emitir sonidos guturales mmgggggg. Y parecía ahogarse con ese aparato en la boca. A su vez, las dos arrodilladas hasta ese momento en el colchón, veo que Dora le mete su mano en la concha a Florencia que se sobresalta de placer. Dora le dijo: Te gusta sister? Y empezó a pajearla con los dedos. Florencia no soltaba el pingo de juguete de la boca y se retorcía de placer mientras Dora la estaba pajeando. Cuando Flor se sacó el juguete de la boca se escuchó un fuerte: Uahhhhhh, en clara señal de disfrute de la masturbación que Dora le estaba propiciando. Pajeáme, pajeáme, pajeáme hermanita, susurraba Flor. 
Fue entonces que Florencia se tumbó de espaldas en la cama y Dora se agachó para seguir con la paja, pero también comenzó a chuparle la concha. Siiiiiii, gritaba Flor, chúpame la concha sister…..Y mientras Dora hacía lo que su hermana postiza le pedía, Flor se revolvía de placer entre las sábanas. Era tal el placer que le ...