-
Oh Susana, mi hermosa madre
Fecha: 30/01/2025, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Hijo de Susana, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... interesante, tengo que decir que tiene buenas lolas (más o menos 90 de delantera, un poco más cuando engorda algún kilito) y una cola……. Ayyyy…… dejé el trasero para el final porque realmente el culo que sigue teniendo mi madre es sencillamente descomunal. Tal vez alguna estrella del porno pueda tener el culo que tiene mami. Que pedazo de orto….. Enamorado estoy como Edipo. Desde chico infantilmente, desde adolescente con cierta semi-conciencia avergonzada y desde mi primera juventud como una patente fantasía intima. Lo que trataba de esconder en la adolescencia lo liberé en mi mente y cuerpo desde los dieciocho años. A partir de ese momento, un día, no sin muchas dudas, aunque con mucho morbo y ganas incontenibles e inconfesables, no tuve más remedio que dedicarle mi primer paja….. Fue rara la sensación que tuve al llegar al orgasmo. Fue en la bañadera. Era un domingo de fin de semana largo a la noche. Hacía frio. Mi madre se había ido ese fin de semana con mi tía a Mar de Ajó y yo me quedé solo en casa. Solo en casa me dispuse a mirar pornografía pero me habían pasado un dato. Existía una película llamada Taboo, la más famosa de una serie de películas para adultos de temáticas incestuosas. La diosa Kay Parker, gran estrella del cine clásico, hacía de madre. Esa actriz era sencillamente fantástica, hermosa, muy erótica. Hacía del rol de una madre abandonada por su marido e insatisfecha sexualmente. En un punto, la madre desata su furia sexual contenida teniendo sexo con su ...
... hijo. La película me enloqueció porque imaginé que esa podía ser muy probablemente la historia de mi madre. Me aguanté las ganas de pajearme mientras miraba la película, pero no pude dejar de pensar en Susana cuando me fui a bañar. Recuerdo que llené la bañadera con agua caliente. Estaba relajado en un baño de inmersión con espuma cuando mi mente comenzó a delirar. Pensaba en las escenas incestuosas de la película e imaginaba en lugar de los actores a mi madre y a mi practicando sexo con todas las ganas. No aguanté entonces y me masturbé y llegué a un clímax estupendo. Recuerdo hasta ahora el sabor de esa primera paja en honor a la belleza de mi madre. Yo tendría 18 años. Ella, 38. A esa edad era una aplanadora. Lo sigue siendo ahora, a los 46. Pero bueno. La cuestión es que comencé desde entonces a obsesionarme con mi madre íntimamente, mientras que con ella mantenía siempre una relación totalmente filial y tierna. La admiraba y la amaba profundamente. Pero también la deseaba sexualmente. Y mucho. Más que a ninguna otra mujer. En la facultad, conocía como dije a una chica con la cual comencé a salir. En ese tiempo me olvidé un poco del morbo. Pero notaba a mamá bastante celosa de mi novia. Además, mi novia no me daba sexualmente lo que me gustaba. Era muy recatada, no le gustaban las chanchadas, todo le parecía grosero. Teníamos sexo de vez en cuando y bastante insulso. Yo quería más. Un día esa relación se terminó. Y Susana festejó. Fue tan grande su alegría cuando rompí ...