1. Oh Susana, mi hermosa madre


    Fecha: 30/01/2025, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Hijo de Susana, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... con mi novia que esa noche me invitó a cenar. Tomamos una copa de más y hablamos bastante de nuestras vidas privadas. Desde entonces, nuestra confianza fue cobrando impulso casi amistoso y confidente. Esto fue hace cuatro años. Ella tenía 42 y yo 22. Marco esto porque trascurrieron dos años de muchos idas y vueltas hasta que logramos consumar de común acuerdo el incesto. 
    En esos dos años, nuestra relación se fue poniendo más intima cada día. Me contó cosas feas del porqué de sus fracasos amorosos. Se sinceró y ahí me dí cuenta de que era una mujer espléndida pero triste. Que no solo le faltaba cariño y comprensión sino también una buena pija que la hiciera vibrar. Pero, ¿cómo plantearle eso a una mujer que era mi madre? Cualquier exteriorización de mi parte podría hacerle daño, pensé muchas veces. Y me revolvía en mis locas fantasías incestuosas, soñando cada noche la posibilidad de revolcarme con ella en la cama. Estaba cada día más linda. 
    Pero una noche la suerte estuvo de mi lado. Esto fue hace dos años. 44 años ella, veinte menos yo. Fin de semana largo. Para evitar el aburrimiento como nos llevábamos muy bien decidimos ir con algunos familiares a Córdoba a pasar unos pocos días. Algunos familiares irían con sus coches y mi madre y yo haríamos lo propio con un micro de larga distancia. El primer punto de encuentro sería Córdoba capital para seguir luego rumbo a Mina Clavero. Nuestros familiares tuvieron un problema con el coche antes de llegar y debieron hacer noche ...
    ... en Villa María. Entonces, mamá y yo quedamos solos durante esa noche en un hotel de la docta, esperando que, al otro día, solucionado el desperfecto del coche, mi tía llegara para retomar viaje. Esa noche nació lo que luego se concretaría como algo muy especial para nuestras vidas. Si bien esa noche en Córdoba no tuvimos sexo, estuvimos muy pero muy cerca de incestar. 
    Recuerdo que compartimos habitación y cama matrimonial (era lo único que había disponible) y mi madre, luego de tomar alguna copa soltó un poco la lengua. Me contó ya algunas cosas de su sexualidad muy directas y estuvimos tirados en la cama ambos, semidesnudos, hablando toda la noche de sexo. Hasta le aconsejé que empezara a mirar y disfrutar porno y a tocarse cuando estaba sola para poder gozar de un buen orgasmo. Así, con plena desfachatez se dio esa inolvidable conversación. En algún momento del amanecer, casi que nuestras miradas se insinuaron algunas cosas muy eróticas y ella dijo, no… no podrá ser… Ahí quedó la cosa. Al otro día llegaron mis parientes y seguimos el viaje como si nada hubiese pasado. 
    Una semana después volvimos a Buenos Aires. Y en una noche parecida a esa de Córdoba, mi madre y yo estábamos solos en su cuarto. Ahí retomamos lo sucedido días atrás. Me preguntó si no me había molestado su actitud en Córdoba. 
    -No, mami, le respondí….Al contrario, nos hace más compinches, más amigos. Mas cercanos.  
    -Creo que tenés razón mi amor. Lo que dijiste es cierto. Debo ser más flexible, debo ...
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