Oh Susana, mi hermosa madre - Relatos Eróticos

Oh Susana, mi hermosa madre

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De tanto moverse, acabó. Apenas terminó, ella misma se dio vuelta sin salirse de mi pija en ningún momento, quedando de espaldas hacia mí. Ahora era el espectáculo de su enorme culazo el que estaba otra vez ante mis ojos. 
-Ahora te cogeré yo, le dije y empecé a darle tremendas embestidas desde abajo. Mi calentura era tal que mi pija era como un taladro incesante que no dejaba de coger a mi madre. Ella no hacía más que gritar de locura y pedía mas mas y mas…..
Quiero pija, quiero tu pija, cogéme, cogéme, cogéme, cogete a mamita guacho, no parés de cogerme…. Quiero tu verga toda la noche hijo de puta……y así no paraba.
Cuando se tumbaba con la espalada hacia atrás, su posición me permitía agarrarle otra vez las tetas. Yo estaba debajo suyo y trataba con las manos hacia delante de amasar su no despreciable para de lolas. 
En un momento dado, ella tenía sus dos rodillas sobre el colchón y su culo descansaba firme sobre mi ingle. Estaba media reclinada hacia atrás, como dije, lo que me permitía manotearle las gomas. Pero el mejor momento se produjo cuando ella levantó ambas piernas y las dejó flexionadas colgando al aire, reposando todo su peso sobre mi fuerza motriz que de abajo seguía taladrando su agujero a pijazo limpio. En ese instante, estaba casi en el aire y solo su concha estaba bien metida en mi pija, yo con mis brazos sostenía sus piernas que estaban levantadas pero hacia atrás, casi a la altura de su cabeza…..Era una típica posición extrema del sexo porno…. Y ...

... lo mejor fue cuando un coche que pasaba por la calle alumbró la media luz de la habitación…. Lo que permitió que ambos (madre e hijo) nos viéramos en el espejo iluminado en un estado pecaminoso de lujuria incestuosa e inolvidable. 
La imagen del espejo nos impactó. Mi madre me ordenó encender la luz diminuta del velador. Eso no quitaba intimidad (a ninguno de los dos nos gusta coger con mucha iluminación) pero sin dejar ese clima de penumbra, la pequeña lamparita permitía vernos mejor en el espejo. Eso nos calentó mucho más y retomamos la posición rara, con mi madre otra vez subida arriba mío, de frente al espejo y de espaldas a mí. Cuando estaba semi-erecta podía verle las deliciosas lolas, cuando se inclinaba de espaldas podía estrujarle las tetas y susurrarle guasadas en el oído, como te gusta mamita, te gusta que te coja tu hijo, te gusta mi pija, puta del orto…..y ella respondía si, si ,si……
Pero lo mejor era cuando una vez mas levantó sus piernas, quedando concha al aire, sujetada por mis brazos y parte de mi ingle. Por el espejo podía ver como mi pija entraba de lleno en su concha….. En un momento dado…. Se vino otra vez….. Bastantes chorros salieron como a veces les pasa a algunas mujeres que eyaculan flujos. 
Quiero más, esto recién empieza y vos todavía no me acabaste…..me dijo.
Prepará el culo que quiero romperte el orto….., le contesté.
Pero no me dijiste lo de las tetas, ¿no vamos a hacer como en la película?, me recordó.
Ah si, tenés razón, le dije.
Fue ...