No sé qué hacer 2 - Relatos Eróticos

No sé qué hacer 2

... me masajeaba y sobaba las tetas y las nalgas. 
P: te quiero coger.
Yo me bajé el short de la pijama y las bragas. Así paradita en medio del cuarto, me giré poniéndole mi colita, papi me ensalivo la vagina y sacó su pene metiendolo despacito en mi, yo me queje al sentirlo entrar.
No lo metió todo. Me cargó y se sentó en la cama, me subía y me bajaba sin metermela toda, solo como dándome sentones. 
C: gracias por defenderme papi.
P: me vas a dejar cogerte siempre que quiera?
C: sí papi, me gusta cómo me lo haces.
Así me tuvo hasta hacerme venir. Yo me quise quitar porque estaba cansada, papi me hizo sentarme y metermela por completo, me cargó, me dió así en el aire por unos minutos, luego me recostó boca abajo en mi cama. Estaba sobre mí sometiendome, tenía su boca pegada a mi oído, le pedí que me la sacara:
C: aauuhh papi, espera, aahh déjame descansar, me duele.
P: No mi amor, papi no se puede detener, necesita coger a su nena, ¿Me dejas llenarte de lechita esta rica conchita?
Eso me puso muy cachonda
C: sí papi, lléname de tu lechita, quiero sentir cómo me llenas. 
P: mmmmm que niña tan buena, a parte de que estás bien rica, quieres tu lechita, toma mi amor, toma tu leche mi nena.
Dándome muy fuerte se descargó en mi con violentas y profundas embestidas. Así se quedó dentro de mí bastantes minutos moviéndose muy lento, suave. Sentí como su pene se ponía flácido, pero no me lo sacaba.
Sus movimientos me ...

... hacian estremecer, me besaba la mejilla, el cuello, y decia:
P: no te la quiero sacar, no sé qué tienes que no quiero dejar de metertela. 
C: soy tuya papi, me lo puedes hacer cuando quieras.
En eso sentí como su pene se endurecía en mi interior. Volvía a darme fuerte con muchas  ganas.
Así me siguió cogiendo hatsa que se volvió a venir. Me dejó dormidita en mi cama, con su leche escurriendo de mi coñito.


Al día siguiente mi papi me trataba como si nada hubiera pasado, mi hermano me ignoraba. A mi mamá casi no la veía. Comenzaba a sentirme triste, no podía dormir.
Una noche bajé por un té para ver si con eso conciliaba el sueño, como hacía mucho calor sólo traía un blusón largo y unas braguitas holgadas de algodón blancas. Después de tomar el té, sentí que me relajó, estaba lavando la taza cuando de repente sentí que me metían la mano, haciendo mis braguitas a un lado y algo entraba en mi vagina, caliente y duro. Me taparon fuerte la boca. Las duras penetradas me asustaron y a la vez me excitaron. Escuche en mi oido jadeos y esa voz:
P: sshhh shhh, soy papi, no grites, no hagas ruido.
Tratando de estar lo más silenciosa que podía, me quedé quieta, recibiendo y disfrutando su brutal cogida. Hata que se descargó con chorros espesos. Me dejó ahí, sólo me dió un suave beso en la frente y se fue a dormir. Me fui a mi cuarto y dormí muy agusto. 

Tengo más historias de como me coge mi papi... Pronto las contaré