1. Mi mamá y su jefe Oscar


    Fecha: 17/02/2025, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Winner, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X


    madre es una mujer mayor, de 45 años y nada especial.  Gordita como cualquier ama de casa, de tetas caídas y pequeñas, con un enorme culo gracias a su peso, rostro de una mujer de su edad pero de labios gruesos.  Su nombre es María y trabaja en una oficina como secretaria de abogados.  A ojos míos y de mi padre ella no tiene encanto alguno, es una mujer más en un trabajo bastante aburrido, y su rutina tampoco es tan agitada.  Todos los días ella se levanta y hace el desayuno, mi padre se va a la constructora a trabajar y yo me voy al colegio, ella se va por su parte a la oficina y regresa hasta las 6 de la tarde, para esa hora yo ya estoy en casa y ella hace rápido la cena para recibir a papá, lava platos y todos nos vamos a dormir a las 10 de la noche.
    
    Mamá me ha dicho muchas veces que siente mucho aburrimiento, hace mucho que no tiene conversaciones entretenidas con papá y siente que no la escucha ni cuando van a dormir, y yo no tengo tiempo para ella por estar más tiempo con mis amigos o en la calle con mi balón (me gusta mucho el fútbol).
    
    Hace 1 semana mamá comenzó a regresar a casa una hora después de que yo llegaba a casa (regreso a las 2 de la tarde) y contrario a lo cansada y estresada que se veía en el pasado, ella tenía en su aura cierto sentimiento de alegría que hasta la comida comenzaba a saber mejor.
    
    Pensaba que era por la hora, total, no había nada raro en su actitud, pero desgraciadamente me enteré de lo que sucedía el día de ayer.
    
    Mamá olvidó su ...
    ... celular en casa, esta vez ella tenía prisa y mi padre ni siquiera estaba en casa por haberse quedado unos cuantos días a supervisar las construcciones (trabajaba en una obra enorme para una mansión de un millonario), pero lo curioso de la situación es que mamá no salió con su ropa aburrida de siempre.  Ella usualmente viste blusas de cualquier color, sin nada revelador porque ella no tiene nada para mostrar, una falda floja que le llegaba hasta los pies y de vez en cuando un suéter café o verde menta dependiendo del color que llevaba, también su cabello bien recogido en una cola de caballo alta.  Esta vez mamá no llevaba nada de eso, al contrario, llevaba un vestido rojo pegado a su cuerpo que a pesar de que no le hacía aumentar su atractivo, aumentaba la elegancia que tenía gracias a su piel clara.  De mangas que llegaban unos centímetros abajo de sus codos, cuello redondo sin escote, falda hasta las rodillas haciendo que se marque su gordo trasero y unas zapatillas color crema.  El cabello esta vez lo tenía suelto y ondulado desde temprano, y su bolsa de colgar negra lo había cambiado por un bolso de color crema.
    
    Mamá se despidió de mí, me dijo que su jefe tenía una reunión importante con aliados y que necesitaba su presencia para apoyarle. Tomó su bolso y se fué, yo todavía tenía tiempo para salir porque restaban 30 minutos para lanzarme al colegio, pero de repente un celular sonó en el mueble donde guardamos platos y vasos.  Era el teléfono de mamá, le llegaron mensajes ...
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