1. Miriam, la mujer de mi vida


    Fecha: 21/12/2018, Categorías: Transexuales Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... agua. Fui al baño, me lave, y regrese con ella, para agradecerle el rico momento. Ella me dijo que me hice mucho del rogar, puesto que había estado esperando ese momento días atrás. Dormimos un rato, pero desperté por el remordimiento de lo que había sucedido. No sabía si era correcto, incorrecto o sí sólo era la cruda de las bebidas. Mi cabeza no paraba de pensar. Quería irme en ese momento, pero eran las 3:15 am. , difícilmente podría haber sido. Miriam se despertó y me dijo que si estaba bien, me beso y me tranquilizó de alguna manera. No sé qué pasó con mi mente, pero de pronto ya quería volver a fornicar con ella. Me dijo que si me ponía de nuevo el condón se rompería, y que iba a sentir mejor sin él. Yo estaba tan excitado que dije que sí, ya no me importaba nada. Pero de buenas a primeras, no me puso el mismo lubricante que había utilizado, sólo alcance a escuchar que sentiría extremadamente rico y que tratara de no acabar tan rápido. Lo que me puso no era un lubricante cualquiera, era como una especie de crema, como si fuera vaporub. Se sentía increíble. Se puso boca arriba y subió sus piernas a mis hombres, colocó mi pene en la puerta de su culo, y me dijo: “jalale papi, sin compasión” Lo único que hice fue obedecer como todo un semental. La sensación que tuve no la puedo explicar con palabras, pero fue lo más rico que he sentido hasta este momento. Mi pene sólo quería estar entrando y saliendo de ella. Miriam sólo gritaba. Pedía más y más. Yo podía ver su rostro, ...
    ... estaba gozando al igual que yo. Me besaba, me gritaba, me decía me amaba. Yo veía su rostro y sus senos y eso me ponía al mil. Con una mano me sostenía y con la otra le apretaba sus bubis. De pronto sentí que me iba a venir y le dije a mi hembra que me iba a salir porque ya me iba a ganar. Su respuesta fue un rotundo NO, me abrazo con sus piernas y manos para que no me saliera y me dijo que me podía venir dentro, que no había problema porque ya tenía el dispositivo. Fue una respuesta irónica, pero excitante. Caí rendido, no quería saber más. Me fui al baño, me lave y me fui a acostar con ella. Estaba más relajado. Dormí de nuevo. En la mañana, desperté a Miriam para que me diera de nuevo, ella como todo una dama me dejo penetrarla. Esta vez los hicimos de ladito. Fue un rico mañanero, muy placentero. Miriam me volvió a poner ese estimulante que era una maravilla. A pesar de estar agotado, no perdía la erección. Esta vez fue un poco más rápido, pero volví a correrme en ella. Desayunamos, nos bañamos juntos y lo volvimos a hacer en la bañera, yo ya estaba harto, pero ahí estaba dándole como todo un semental. Al terminar, mi pene estaba tan irritado que al soltar el semen ya comenzaba a arder. Esa noche fue increíble. Fue una experiencia única, más no la última. Cuando me dispuse a retirarme, Miriam me preguntó qué en que íbamos a quedar. Yo no podía destrozarle el corazón diciéndole que tenía pareja, además quería seguir viéndola, así que le propuse que fuera mi novia. Ella ...