¡VOLVER A LOS 17! 1 - Relatos Eróticos

¡VOLVER A LOS 17! 1

... tesoro? – Insiste la hermana mayor. No quiere que la “instrucción” sea al pedo.
-Hummm… – Sigue sin poder hablar… Afirma con la cabeza.
-¡Dale, dale! ¿Y cuándo para mí?
-Ya…, prontito… - En realidad la hermana mayor, Tamara, me había facilitado el polvo con su hermanita…, y me había hecho prometer que eso no significaría, de ninguna manera, que yo me olvidara de ella… 
	Puedo asegurar que fue la tentadora abuela quien me presentó a su nieta y me alentó a que fuera “amable” con ella. Así me dijo: “se amable con mis nietas y tendrás premio…”
	Tanto fue así, que las conocí en la casa de ella, la abuela, cuando ésta me propuso que le “ayudara” a cortar el pasto del jardín…, justamente el día que Tamara y Vanesa venían de visita. A partir de ese momento, tanto las nenas como yo nos buscábamos permanentemente…, y la abuela, cuando nos encontrábamos en algunos de los comercios del barrio, o pasaba frente a su casa, me avisaba cuando las nenas venían de visita. ¿Habría alguna segunda intención de su parte?
		
-Dani, Dani, vos sabés que me gusta mucho. – Tamara no quiere ser segundona. - Me gustaría tenerte todo el día dentro mío…
Vanesa se sacó mi pija de la boca…
-¡A mí también! – Vanesa gritó. Quería hacerse oír…
-Bueno está bien. Un poco a cada una… - ¡Carajo! ¡Son imperativas! 
-¿La estás instruyendo? – Tamara morigeró la protesta. Volvió a insistir con la “instrucción”.
-Claro, ya le abrí la conchita, el ojete…, y ahora le estoy enseñando a tragar semen.
-¡Huy qué ...

... lindo! ¡Es una mujercita total! – Tamara alentaba la acción que, por otra parte, había estimulado. Le encantaba vernos coger, más con su pequeña hermanita, apenas en cuarto grado.
-¡Jajaja! ¡Y pensar que hay minas de 20 que jamás probaron esto! ¡Unas boludas que se pierden lo mejor de la vida! – Tamara trataba de alentar la decisión de Vanesa, de insistir para que “le hiciera lo que le hice a la hermana”. - 
-Sí, claro…, y… ¿para mí cuándo? – Tamara no quiere que la pase por alto… ¡Siempre estaba dispuesta a repetir! 
-En un ratito, mi amor… - En realidad, ella sabía que sería así, pero no quería que yo descargara demasiado en su hermanita…, ¡No quería qué me quedara sin semen!
	Mientras tenía a Vane chupándome, yo le metía los dedos en la concha y el orto. Luego de mis penetraciones, estaba todo bien dilatado. Tamara estaba inclinada sobre mí para que le chupara las tetas mientras horadaba a la hermana. Ella es muy chiquita todavía para tenerlas…
-Papito… ¿tenés un ratito para mí? - Tamara estaba impaciente.
-Si mi amor, en un momentito…
-No acabés todavía, quiero tragarme tu lechita. – Yo conocía el vicio de Tamara. Siempre trataba de estar presente en una probable acabada mía.
-Si tesoro. Sólo espero el orgasmo de la nena… - Y llegó, pronto y activo. Vanesa se estremeció y su orgasmo fue tremendo. Yo tenía mis dedos en su culito, mi pija en su boca… Gozábamos totalmente.
Luego de que llené su garganta de semen, y lo tragó en consecuencia, se sacó la pija de la boca ...