¡VOLVER A LOS 17! 1 - Relatos Eróticos

¡VOLVER A LOS 17! 1

... enroscadas. ¡Ni cuenta me di cuando caímos sobre la cama! ¡Nuestras lenguas seguían luchando! Mis manos se deslizaron bajo su pollera. ¡Acariciar esos glúteos bajo la bombachita! ¡Tarea del paraíso! 
	Sin dejar de comerme su boca, comenzamos a desnudarnos con desesperación. Tenía miedo de romperle la ropa. ¿Cómo lo iba a justificar? Pude retirar su remera cuando Sylvia levantó los brazos para facilitarme la tarea. ¡No tenía corpiño! Aunque sus tetitas no lo necesitaran, las impresionantes durezas de sus pezones me entusiasmaron más, todavía. ¡Tuve que pensar en no comérmelos! ¡Solamente chuparlos! Ella me retiró la chomba y acarició mi pecho. Me estremecí. ¡Qué placer! Estaba desnuda desde la cintura hacia arriba, como yo. Fui a su pollera. Ella estaba dedicada a mi cinturón. Parece que alguna de las hermanas le había indicado el orden de las cosas. Fuimos complacientes…: prácticamente al unísono ella bajó mis pantalones y bóxer…, yo su pollera y tanga. La pija, súper parada y dura, se apretó contra su pubis. Sylvia se curvó con su ingle hacia adelante, me la tomó con la mano y con ella, se acarició monte de venus y conchita.
-¡Aaaahhh! ¡Papito, qué lindo! - ¿Con quién habrá aprendido a exclamar “papito”!
	¡Totalmente desnuda! ¡Esta nenita de cuarto grado! ¿Cómo podía ser tan hermosa y voluptuosa? ¿Cómo iba a hacer para penetrarla sin lastimarla?
	Se arrodilló y tomó mi pija con ambas manos. La llevó a su boca, deslizando suavemente la lengua por el glande y el tronco. ...

... No chupaba, solamente acariciaba con la lengua. ¡Yo estaba en el paraíso!
-¡Papito! ¡Qué rica es! ¡Cómo me gusta! ¡Me la tenés que dar todos los días! ¡Tiene que ser mi postre mañana, tarde y noche! - ¡Esas palabras la tendría que haber escuchado de alguna de sus hermanas!
-Todo el tiempo que quieras, mi amor, mientras se pueda…
-A mí no me importa que estén mis hermanas o mi mamá…; ellas siempre lo hacen y yo no digo nada…
-¿Cogen mucho tus hermanas?
-Siempre que tengan algo de tiempo, traen algún amigo para llevarlo a la cama… ¡Mi mamá también hace lo mismo! 
-¿Y tu papá…, que dice?
-No sé qué papá puede decir algo. Todas tenemos padres distintos. Mamita siempre fue muy generosa. A todo amigo que se lo pedía…, le decía que sí.
-¿A vos también te gusta así?
-Y…, no sé. Mamita me dice que no les de mucha facilidad a los amigos…, pues todos me van a querer coger… ¡Y a mí no todos me gustan! Si me preguntan quién me gusta más…, pues…, ¿qué querés que te diga? ¡Me gusta muchísimo que vos me cojas! Cuando siento tu pija dentro mío me siento muy feliz… 
-¿A pesar que te dolió cuando te desvirgué?
-¡Fue un ratito, nomás! ¡Después me gustó muchísimo! Mamá me dijo que lo disfrute todo lo que pueda…, que ella y mis hermanas van a hacer lo mismo… Bueno…, ya lo hicieron también…, pero quieren con vos.
-Y… ¿nosotros podemos hacerlo ahora?
-¡Si, claro, dale, métemela!
	Sylvia estaba calentísima. Tenía que pensar cómo darle el gusto y no lastimarla. Estaba boca arriba, con las ...