1. ¡VOLVER A LOS 17! 3


    Fecha: 14/03/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... galopeaba era yo, sobre sus ancas. ¡Podía horadar ambos agujeros! ¡Lo ideal! La metía un par de minutos en cada agujero. Azucena no dejaba de hablar, gemir, suspirar…
    -¡Ay mi bebé! ¡Qué rico que lo hacés! ¡Me gusta tanto! – Azucena alternaba sus palabras con gemidos y orgasmos. - ¿Sabés mi amor? ¡Nunca lo disfruté tanto! ¡Con razón mis nietas no te quieren cambiar por nada! ¡Jajaja! Prefieren compartirte a tener cada una lo suyo…, si no sos vos… 
    	Yo bombeaba como minero buscando oro. Azucena seguía con sus innumerables orgasmos…
    -¡Mi bebé! ¡Nunca acabé tantas veces como ahora! ¡Entre tu pija, tus besos y tus caricias…, no puedo contenerme!
    	¡Pero al fin todo se termina! Azucena había acabado como diez veces, antes de que lo hiciera yo…
    -¡Mi amor! ¡Qué lindo es sentirte eyacular! ¡Toda esa lechita para mí!
    -¡Si tesoro! ¡Toda para vos! – Yo me acomodé para relajarme. Azucena me besaba y lamía la pija…
    -¡Es tan hermosa! Mañana te espero a las siete… ¿Sí? – Estábamos tirados sobre la cama, abrazados… Una de mis manos estaba en su concha, la acariciaba e introducía un par de dedos. Azucena tenía la suya acariciándome la pija…, una cariñosa puñeta… - ¡Dios! ¡Me cuesta tanto dejarte! ¿Con quién te vas a coger ahora?
    -¡Jajaja! ¡Voy a trabajar…, por desgracia…, sino me quedaría dentro de tu concha… o culo…, igualmente reconfortante…
    -Si, cierto… También lo es tenerte dentro…, en culo o concha…, o en la boca… Todo preparado para vos…
    -Si tesoro, yo también. Mañana a esta ...
    ... hora…, ¿te parece?
    -Claro, te espero… - La última refregada en la cama. Nos levantamos y nos fuimos a refregar bajo la ducha. Un poquito en la concha, otro poquito en el culo, también en la boca… ¡Al final quedamos limpios!
    	
    La cosa era medio retorcida, pero fue así. La abuela de Kirky, vecina del barrio, me había hablado de su pequeña nieta, que la visitaba casi todas las semanas en compañía de su madre. Ella, la nietita, estaba en quinto de la primaria, y le iba muy bien. Quería seguir estudiando para ser maestra. En realidad, nunca entendí porque la abuela me hablaba tanto de la nieta… Así fue que un día, pasando frente a su casa, en algunos de los múltiples “mandados” que me encargaba mi madre, la señora está con una nena…, muy bonita… ¡Es la nieta! Así me la presentó. Preciosa la chiquilla, muy simpática…, y esa increíble voluptuosidad que yo encontraba en algunas criaturas de la primaria… ¿Sería así o era mi calenturienta imaginación?  
    	Cuando me la presentó, la nena, muy dispuesta, me hizo agachar para besarme la mejilla…, lo mismo que hice yo. Su sonrisa se acentuó…
    -¿Ves? ¿No te dije que mi nieta es preciosa? ¿Eh? ¿No te dije? – La abuela insistía en la belleza de su nieta, con toda razón.
    	No quedaba otra, tenía que contestar…
    -Por supuesto…, es hermosa… - La nena me miró tiernamente y siguió sonriendo…, con demasiada ternura, tal vez. ¡Dios santo! ¡Quinto grado! ¡Y ese culito! ¡Esas piernas! ¡Esos botones en el pecho! ¡Y esa mirada y sonrisa que la hacían ...
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