1. ¡VOLVER A LOS 17! 3


    Fecha: 14/03/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... fue el movimiento, en verdad no tengo la menor idea, pero en un momento dado, Kirky estaba inclinada sobre la máquina de lavar, con la colita bien parada contra mi ingle. No fue mi intensión, lo juro, pero mi aparato cogedor respondió inmediatamente. La pija, totalmente erecta, se apoyó entre los glúteos de Kirky…, sobre la ropa…, por supuesto. ¿Mi oportunidad? ¿Cuándo tendría otra? 
    	No hubo ningún cambio de palabras o miradas. ¡Estaba hecho! 
    	Por entonces todavía no había cremalleras en los vaqueros. Desprendí los botones de la bragueta y con bastante incomodidad, teniendo en cuenta la erección y lo ajustado del slip, pude extraer la pija. Kirky no se movía. Sólo yo estaba en “operaciones”. Con la pija al palo, bien expuesta, levanté la pollerita y la calcé entre los glúteos de la nena. Ella seguía impertérrita. Gocé del roce del glande en su colita, sobre la bombachita. Kirky seguía inmóvil, más inclinada sobre el lavarropas, y más parado el culito. Se pasó la mano sobre la entrepierna. Era lo esperado y deseado. 
    	Con una mano aparté la bombachita, mientras con la otra acomodaba el glande entre sus glúteos. Sin problema. Ensalivé los dedos y los pasé por la entrepierna, en varias oportunidades. Alguien me lo había aconsejado: antes de meterla humedécela bien.
    -Ponete en puntitas de pie… - Le dije al oído.
    	Acomodé la pija entre sus glúteos y empujé. Ella se reacomodó. Ya tenía el glande en su rajita. Con una mano la tomé de la cintura. La otra guio la pija. En su ...
    ... rajita empujé. Kirky suspiró y se acomodó, tirando el culito hacia atrás. La sostuve de la cintura. Era livianita y abrió un poquito las piernas. Los dedos de una de mis manos los ensalivé todo lo posible, y los pasé por la conchita. Ella ya estaba húmeda, pero mi saliva mejoraría la penetración. Yo no sabía si era virgen…, ¡ni siquiera me lo planteé…! Mi temprana experiencia me indicaba que cuanto más húmeda mejor… 
    	 Kirky se había acomodado perfectamente. Inclinada sobre la tapa del lavarropas, con el culito expuesto de la mejor manera, y en puntas de pie. Me apoyé contra ella y presioné. Ella puso una de sus manos entre las piernas y me la agarró. La guio sin dudar hacia la rajita. Empujé. Sentí el ingreso del glande, ya más adentro. Kirky apretaba con maestría… -¿cómo lo aprendió? -, y se acomodaba placenteramente. Incliné mi cabeza hacia la suya y la besé en la mejilla. Kirky giró la cabeza y me brindó sus dulces labios. La pija estaba totalmente entregada al abrazo de su maravillosa conchita. Cuando comencé el mete y saca ella gimió levemente. Comenzó a moverse en compañía de mi bombeo. Hubo un par de ¡plaf! ¡plaf! Le hablé al oído. “Despacito mi amor, tu mamá puede oír”. Ella gimió con sus manos en la boca, y se estremeció. ¡El orgasmo! La agarré bien fuerte por la cintura. ¡Eyaculé como dos litros!
    -¡Aaaahhhh! – Ese gemido fue compartido. Apenas si pudimos taparnos las bocas. Nos quedamos quietos, hasta que la pija se “durmió”. Nos separamos. Kirky se dio vuelta y me ...
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