Una tarde en el vapor - Relatos Eróticos

Una tarde en el vapor

... mojado y sentía como se abría solo como dando pulsadas. Decidí salir del vapor y dirigirme a la parte alta del vapor donde hay cuartos oscuros, columpios, una cama con arneses, una guillotina y una sala donde proyectan videos xxx. Mi calentura estaba al cien, el olor a sexo se percibía en el aire, me sorprendí al ver que en uno de los columpios estaba un chico delgado blanco siendo follado brutalmente por un hombre alto que lo hacia gemir mucho, el chico solo recibía verga en su culito y pedía más, hasta que otro hombre se acerco con la verga bien para y se la metió en la boca para que se callara y mamara su pene. 
Mi calentura iba en aumento, me senté en una de las bancas que rodean la sala y me comencé a masturbar mientras observaba la escena, el chico era penetrado muy duro y su macho le azotaba las nalgas muy rico, solo se escuchaban sus quejas entre mamada y mamada que le daba al otro macho. El hombre que lo penetraba se detuvo y otro tomo su lugar por lo que el chico continuaba mamando y siendo sodomizado una delicia. Mientras tanto yo me masturbaba, mientras fantaseaba con ser ese chico al que follaban por sus dos agujeros. 
Continue con lo mío mientras observaba la escena erótica hasta que un hombre se acercó a mí, se veía maduro, robusto y comenzó a tocar mis piernas, mis nalgas, pecho y boca. Mi excitación aumento de inmediato. El maduro se acerco a mi que estaba sentado en la banca y comenzó a besarme las orejas y el cuello. Yo estaba excitadísimo, no podía ...

... creer que alguien me estuviera fajando. El hombre continúo besando mi cuello hasta llegar a mis pezones, los beso, lamio y mordió. Cuando hizo esto yo me prendí y me deje hacer lo que quisiera, mi corazón iba a mil por hora y mi pene comenzó a tirar liquido preseminal. El maduro llevo su mano a mi abdomen y siguió hasta llegar a mi pene que comenzó a masturbar muy rico. Yo moría de la excitación y solo pensaba en el momento de sentir su pene.
Mi macho se colocó frente a mí, se levantó su toalla y me ordeno en un susurro al oído que le tocara el pene, mi sorpresa fue mayúscula cuando pude sentir aquel pene venoso, estaba muy grueso, tanto que mi mano no lo podía rodear, de largo era como 18 o 19 centímetros, pero su grosor era increíble, nunca había sentido un pene tan grueso como aquel. Comencé a masturbarlo mientras el me besaba el cuello y me agarraba fuerte el pene y los testículos yo estaba en la gloria. Me tomo por la cabeza y me condujo hasta su pene, yo me recliné un poco y abrí la boca lo mas que pude para contener aquella hermosa verga que ya desprendía liquido preseminal. Me la dejo ir de una toda, la pude sentir en mi garganta mientras me tomaba por la nuca y me presionaba hasta que toda quedara adentro sentía que me ahogaría. Las arcadas eran brutales y el seguía con su verga dentro de mi boca. Después de un minuto me dejo respirar, la saco por completo de mi boca y yo tome una bocarada de aire. El me dijo que si me había gustado y solo pude asentir con la cabeza y ...