¡SI SE PUDIERA VOLVER! - Relatos Eróticos

¡SI SE PUDIERA VOLVER!

“Cada vez que me masturbo lo hago pensando que tengo tu pija adentro…”
¡25 años! ¡Un cuarto de siglo! ¡Carajo! Decir “un cuarto de siglo” parece mucho más que “25 años”. Pero…, en fin, es lo que es…
	¡Ella tiene 36! Yo…, me conformo con 42…
	Cuando la vi, tras el mostrador del pequeño restaurante familiar, en la turística localidad costera, sobre el Atlántico Sur, me costó…, no digo reconocerla, sino creer… que eso fuera posible…
	¡Esa mujer! Tan hermosa como siempre, con 25 años más… Me costó reconocer que era lo que veía. ¿Cómo será posible que continúe siendo tan hermosa como cuando la conocí, 25 años antes…? Realmente… ¿sería ella?
En realidad, lo asumí como tal cuando vi a su hija…, tal cual ella era jovencita, muy jovencita, preadolescente. ¡Es ella!
Pagué a su hija la consumición y me acerqué al taburete en que estaba la caja y la compu…, y ella. ¡Única!
-¡Dani! ¡Sabía que eras vos! – Me habló dos metros antes de que estuviera junto a ella. 
-¡Kirky! ¡Los milagros existen!
-¿Porque nos volvimos a encontrar?
-No, porque sigues siendo tan hermosa como 25 años atrás…
-¡Jajaja! ¡Era una nena!
-¡Bellísima! ¡Qué me embrujó!
-¡Jajaja! Y vos a mí… ¿o te olvidaste… como me seduciste? ¿Eh? ¡Pícaro! Tal como eras a los 17… 
-Bueee…, pasaron 25… No podía asumir que eres tan hermosa como hace 25 años…
-¡Me querés volver a seducir!
-Y…, ¡si fuera posible!
-Ahora soy una señora casada, con una hija y un restaurante… ¡jajaja! – Kirky reía…
-Sin duda tu hija me ...

... confirmó que eras vos, no otra ilusión mía.
-¿Qué le dijiste?
-Nada, absolutamente nada. Solamente vi lo bella que es, y como se parece a su mamá.
-¡Pícaro! No podés dejar de serlo…
-Y…, quisiera volver a los 17… ¿no crees?
-Yo tenía bastante menos…, y pasaron 25 años…
-Y seguís siendo tan hermosa como entonces… ¡y tan deseable!
-No empecés con galanterías, que ya me ensarté una vez.
-¿Te arrepentís acaso?
-¡No! ¡Para nada! ¡Jamás! ¡Fue el momento más feliz de mi vida! ¡Lo tengo que reconocer!
-¡Y para mí también!
-Pero te fuiste…, ¡vos te fuiste!
-No tuve otra posibilidad. Quería ser ingeniero metalúrgico y no había otra facu que esa…
-¿Y? ¿Lo sos ahora?
-No, para nada. Sólo ingeniero civil, baahh…, de construcciones, obras civiles…, esas cosas…
-Te veo muy bien, parece que estás tranqui y relajado…
-¡Jajaja! Tengo trabajo y no tengo que mantener a nadie…
-¡No me digás! ¿Y familia?
-Para nada. Tantos cambios…, bueno, me fue imposible aquerendarme en un sitio.
-¿Siempre viajando?
-Siempre de aquí para allá. Así siempre… ¿Y vos?
-Más tranquila, aquí estoy, con un restaurante…
-…y un marido supongo…
-No, no lo supongas… Tengo hija, pero no marido…
-Ja, ¿pero ella tiene padre?
-Sí, claro, pero no está… cerca…, por suerte…
-¿Estás sola?
-Con mi hija…
-Pero… ¿sin hombre? - Mi interés es saber si está “disponible…”
-No…, o siii… sin hombre…, la mayoría del tiempo… - No quise preguntar más… - Pero no pasa nada, es mejor así… El padre de mi hija es un tipo muy ...