¿HAY MUCHAS COMPLACIENTES? - Relatos Eróticos

¿HAY MUCHAS COMPLACIENTES?

... empujé. Un poquito de esfuerzo e ingresó la cabezota. Sofía gimió levemente…
-¡Despacito, por favor! – Acomodó el orto, supongo para que molestara menos. 
	Poco a poco se la fui metiendo, hasta tener la mitad, más o menos, dentro. Apretaba bastante. Sofi tiene un recto estrecho. A pesar de ello, gemía con placer…, por lo menos era lo que me parecía.
	Con un poco más de media pija adentro, comencé un suave mete y saca. Sofi movía el culito acompañando mi movimiento. Volví a lubricar cuando la tenía casi toda afuera, solo la cabeza ensartada. Sofi volvió acomodar el culo y a gemir…
-¡Ay papito! ¡Me está gustando mucho! ¡Qué rico qué lo hacés! ¡Tan suave! - Yo no dejaba de acariciar y besar su espalda. – ¡Dani, tesoro! ¡Coger con vos es la gloria!
	Sofi se estremeció.
-¡Ay, mi Dios! ¡Me viene! ¡Siiiii! ¡Acabooooo! – Estaba seguro que sus gritos no podrían pasar desapercibidos. ¡Tres tremendos chorros se derramaron entre sus muslos y los míos!
-¡Mamayín, preciosa! ¡Voy a acabar!
-Dámela en la boca! 
Me retiré presuroso. Sofi se arrodilló con la boca bien abierta y la lengua afuera. Sacudí cuatro o cinco grandes grumos. Tragó con diligencia y placer.
-¡Papito! ¡Hasta tu lechita es exquisita!
	Estaba todo transpirado… ¡y no tenía ducha!
-¡Si, papito! No te hagás problema. En el bañito tenemos ducha…, ¡jajaja!
-¿Qué tiene de cómico?
-Es que…, es tan mínimo…, que podés bañarte mientras cagás… ¡Jajaja! – Sofía está exultante. Yo estoy muy feliz, al notar que ella la ...

... pasó muy bien. – Le voy a avisar a Lucía…
-¿Así, desnuda?
-No, zonzo. Le hablo desde la puerta… ¡Jajaja! Les mostraré una teta a los chicos, así se entusiasman con las compañeritas… 
-¡Los tienen locos! – ¡Estas minas son tremendas!
-Las nenas lo agradecen… Les calentamos a los compañeritos, para que se cojan a las chicas… ¡Jajaja! – Se acercó a la puerta, y… apenas asomándose, llamó a Lucía. De cualquier manera ¡era cierto que les mostraría una teta! ¡Es lo que hizo! ¡Hasta yo escuché los murmullos! ¡Las pajas que se harían los guachos!
	Lucía entró riéndose.
-¡Siempre los dejás calientes! – Vino directamente hasta donde estaba yo. Me abrazó el cuello, besándome en la boca. - ¡Es mi turno, tesoro! ¿Te quedan ganas…, o se te vaciaron los huevos?
-¡Para vos siempre hay! ¡Tú culo alienta el “sacrificio”! – La tomé de los glúteos, apretándola contra el bulto…
-¡Uy dio! ¡Te siento la herramienta! ¡Estás listo!
-¡Te lo dije! ¡No puede ser de otra manera ante el espectáculo de tu culo! 
Era cierto. El culo de Lucía es espectacular. Si Sofía se destacaba por sus tetas…, Lucía, casualmente, se “lucía” por su culo. Yo seguía en bolas, sentado tras el escritorio, por si alguno se asomaba. Sofía se había ido a duchar. Yo me dediqué a “desnudar” a Lucía…, que no era otra cosa que retirar el guardapolvo…, dado que ella, hasta tanga y corpiño se había sacado
 	Segundo acto: “Cogiendo a Lucía”. Todo muy lindo…, pero sigo esperando a las nenas…
	No quise ser descortés, ni que Lucía ...