1. LA PAJA EN EL OJO AJENO


    Fecha: 29/03/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... repartición de control de trabajadores, jubilaciones y seguro de accidentes. Tendría que ir a la comisaria para pedir el certificado.
    	Es lo que hice, a 200 metros de donde estaba parando. Allí, por suerte, todo estaba cerca. La comisaría no tenía nada de especial: era una vivienda como cualquier otra, donde, además de la función propia, vivía el comisario y su familia.
    	Al entrar, donde seguramente, en la vivienda original, sería la sala, estaba una señora tejiendo.
    -Hola, buenos días. 
    -Hola, buenos días ingeniero. – La señora que tejía no dudó de nombrarme. Me conocería…, vaya saber de dónde.
    -Si señora, perdone usted que la moleste. – La señora detuvo su tarea y me escuchó atentamente. - Necesito un certificado de alojamiento provisorio o circunstancial. ¿Hay algún personal que podría hacerlo, por favor?
    -Si ingeniero. Sin duda, entre los papeles habrá alguno…
    -Pero tendrá que firmarlo el comisario…
    -No hay problema. Mi esposo deja certificados de todo tipo firmados para que puedan usarse en cualquier momento, aunque él no esté. – Miraba a la señora. ¡Una locomotora! ¡Y más cuando se levantó para dirigirse al escritorio que estaba en un rincón! ¡No le faltaba nada! ¡120-80-120 por lo menos! – Tal como le dije. Acá hay un certificado de ese tipo, ya firmado. Lo completo y usted lo podrá llevar. 
    	No se sentó. Se agachó dándome la espalda. Su pollera no lograba cubrir sus glúteos, apenas enmarcados por una mínima tanga. ¡Totalmente descubiertos tendría que decir! ...
    ... ¡Esplendoroso culazo!
    -Dígame sus datos ingeniero. – Yo no reaccionaba. ¡Estaba impactado por tanta carne! - ¡Ingeniero! ¿Qué le pasa?
    -¿No está el comisario? – No se me ocurrió otra cosa. – Es… que él lo tendría que firmar.
    -Le dije que siempre tiene algunos ya firmados. Lo completo y lo puede llevar… - Yo seguía azorado. 
    ¿Cómo es posible tanta mujer? ¿Cómo es posible con semejante mujer ir a atorrar por ahí? ¡Para colmo ya me había puesto al palo!
    	Una morena espectacular. Negro y largo cabello, hasta la cintura, perfectamente cortado, con delicada atención. Hermoso rostro, sonrisa fácil, lengua húmeda. Muy erguida, con enorme y deliciosas tetas, también erguidas, bastante duras, según parece, por ser de bisturí o tener costoso corpiño, dada su edad, que de cualquier manera no pasaría los 45. Vestido integral, de grácil tela, desde el generoso escote hasta la mitad de sus muslos, que dejaba al descubierto buena parte de los glúteos cuando se agachaba. Nalgas duras y paradas cual huevo de avestruz. Culo gigante, portento de carne. Piel perlada, estratégicamente tostada, ojos vino tinto, largas pestañas, pómulos altos y rosados, y gruesos labios. Nada de celulitis, piernas fuertes, lisas y suaves. ¡No le falta nada!
     	Difícil sustraerse de la tentación y la erección. Sin manera de disimular…, pero… yo quería que ella supiera cual era la intención que en mí había generado. Con semejante hembra no basta solamente un polvo; ¡debe ser toda una noche!
    -Ingeniero, deme usted ...