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LA VIGA EN EL PROPIO
Fecha: 31/03/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... voluptuoso! ¡Me resulta difícil evitar el deseo de enterrártela! -¡Jajaja! ¡Me gustás mucho, Dani! ¡Lo hacés muy rico! – Volvió a besarme y acentuó la masturbación que se hacía, frotando animosamente el clítoris. ¡Si lo pudiera chupar al tiempo que se la meto! ¡Pero no soy acróbata! La “comisaria” – de la cual sigo ignorando su nombre -, continuaba girando la cabeza y besándome, al tiempo que gemía suavemente. Yo había pasado un brazo bajo ella y le acariciaba una teta. La otra mano acompañaba la suya en la masturbación del clítoris, alternando, además, con la penetración de un par de dedos. -¡Dios Daniel! ¡Sos lo más dulce y cariñoso que he conocido en mi vida! ¡Si pudiera tenerte siempre dentro mío o…, aunque sea, a mi lado! ¡Sos tan dulce! ¡Qué suerte tiene tu esposa! -No…, no…, soy viudo… -¡Oh! ¡Perdoname! ¡Lo lamento! – Me beso nuevamente, muy suave y dulce. - Perdoname…, no quiero ser hipócrita…, con vos jamás. ¡Sos tan sincero y honesto! -¿Qué pasa? -Es que…, no lamento que seas viudo…, es mentira eso. Tampoco me alegro…, pero… ¡Quisiera que te quedaras conmigo y tenerme ensartada siempre! -Sabés que eso es imposible… - Me había acostado a su lado invertido, o sea con mi cabeza en sus pies. Había detectado lo hermosos que son. Los tomé de a uno y besé cada uno de sus dedos. La “comisaria” se estremecía de placer…, o por las cosquillas… -¡Dani! ¡Dios! ¡Por favor! ¡Me voy a morir del placer! ¡Jajaja! ¡O por las cosquillas! Subí con mis besos, lamidas y ...
... caricias por sus piernas, hermosas, perfectas. Cuando estuve en sus muslos, besé, lamí y acaricié cada uno de ellos, alternativamente. Me acerqué con mis labios y mi lengua al monte de venus, mordisqueando los suaves, enrulados y negros vellos púbicos. Cuando le acaricié con la lengua el descapullado clítoris, la “comisaria” formó un arco con su cuerpo, levantando sus caderas. -¡Ay! ¡Por favor papito! ¡Me matás! ¡Me llevás al paraíso! ¡No doy más! – Tremendo orgasmo que inundó mi boca… ¡casi me ahoga! -¡Mamita! ¡Qué hermosos son tus orgasmos! ¡Aromáticos y sabrosos! ¡Para emborracharse! -¡Ay papito, perdoname! ¡Parezco una nena de 15! ¡Tengo que ir al baño! -¿Qué pasa! - ¡Llego el momento! -Me… hago pis…, como las nenas… -¡Eso! ¡Si! ¡Sentate sobre mi pecho y poneme la conchita en la boca! ¡Lo quiero beber! -¿Mi orín? – Estaba asustada y asombrada… - Pero…, eso… ¿te gusta? -¡Si es tuyo será delicioso! ¡Damelo! ¡Rápido! La ayudé que se sentara sobre mí, atrayéndola hasta mi pera. Abrí la boca y puse la lengua justo bajo sus labios vaginales. El orín saltó presuroso hacia mi boca. -¡Uuuummm! – Alevosamente manifesté mi placer. ¡Ya llegará mi turno! -Es…, es…, lindo… hacerlo. ¡Me gusta! – La “comisaria” estuvo más de un minuto orinándome en la boca. Ella miraba como me tragaba su fluido, con el ceño fruncido, pero…, notablemente… sonriendo… - ¡Nunca me imaginé que esto pudiera hacerse! ¡Sos un pervertido divino! Cuando llegó a las últimas gotas, luego de lamerle ...