LA VIGA EN EL PROPIO - Relatos Eróticos

LA VIGA EN EL PROPIO

... cogiendo… Por supuesto, no en forma continuada. Entre polvo y polvo había un lapsus considerable de recuperación y suaves refregadas. Tanto ella como yo, somos adherentes a los besos, las chupadas, las caricias…, todo lo que se pueda hacer suavemente y provoque placer. Sara me lo recordaba a cada momento: lo bien que se sentía físicamente, y lo placentero que le resultaba tener sexo conmigo sin ninguna violencia ni exigencia…
-Dani…, en verdad…, yo estoy inmensamente feliz… Estos son los mejores momentos de mi vida., no solamente por el placer sexual que me brindás…, sino por lo bien que me siento, solamente por estar a tu lado. Sé que es absolutamente imposible ser imparcial, y negar las horas de placer sexual que me das con todo tu cuerpo, cuando me la metés, tus besos y tus caricias, y que trato de retribuirte con mi cuerpo, con todo lo que vos quieras de él…, ¡tan merecido lo tenés! No puedo decir que hubiera estado seis horas a tu lado sin que me toqués o me penetrés… No lo puedo decir porque sucedió todo lo contrario…, ¡Permanentemente te deseaba o te sentía dentro mío…! ¡Y eso es tan glorioso! Pero puedo suponer sin hipocresía, que tu presencia sin sexo…, es igual de placentera…
	No recuerdo que una hembra tan penetrable como Sara, alguna vez me haya hablado de esa manera…, como si yo fuera el Mahatma Gandhi del sexo.
-Pero…, la verdad… Quiero que tengás la pija siempre dentro mía, en cualquiera de mis agujeros, aunque sea la nariz o la oreja… ¡Jajaja! – Sara me ...

... llenaba de caricias y besos. – En verdad yo estaba un poco celosa porque vos te cogías a otras y a mí no me dabas bola…
-¡Ni sabía de tu existencia! – Me senté en la cama, apoyado contra la cabecera. Sara se sentó en mi falda, frente a mí, introduciéndose el choto hasta el fondo, sin la menor duda. Me tomó las manos y las puso sobre sus tetas.
-¡No dejés de sobarme mientras hablamos o me la ensartás! ¡Quiero sentir tus caricias en mis tetas al tiempo que tu pija en cualquiera de mis agujeros…! ¡El placer total! 
Yo trataba de conformarla permanentemente, no solamente para que ella esté contenta, sino que a mí me complacía enormemente besar, chupar, lamer y acariciar su cuerpo, todo él. No dejo de lamerle la transpiración que se manifiesta bajo los globos de las tetas o en las axilas. ¡Uno de mis lujuriosos placeres!  
-¿Sabés Dani? No me la doy de madre perfecta, pero teniendo en cuenta que el padre casi no interviene en la educación de ellas…
-¿Ellas?
-Si, tengo dos hijas… Están estudiando en la ciudad, una ingresó este año al secundario… y la otra está en segundo año de ciencias económicas…
-¡Qué bien! ¡Te felicito!
-Te decía…, a pesar que me ocupo yo sola, es bastante lo que consigo de ellas. Son cariñosas, estudiosas, ordenadas, pulcras y muy buenas amigas… Comparten el departamento con dos amigas, también del pueblo. Lo pagamos junto con los padres de las otras chicas. Todo fenómeno…, hasta que una de las chicas, quedó embarazada.
Imaginate…, 17 años… y ya le ...