TANTO VA EL CANTARO A LA FUENTE
Fecha: 02/04/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... ¡Sofía conoce mis gustos!
Me saludó con dos besos, la acaricié, le sobé muy suavemente el culito.
-¿Cómo estás, Lolita? – Paula la saludó. Lo único que faltaba… ¡qué se llamara Lolita!
Sofi la tomó de la mano y la condujo al dormitorio. Como quedé atrás, solo, Paula se acercó: “esta tarde tenés compromiso conmigo”. ¡Sin la menor duda!
Por el momento no dejé de ir al dormitorio. Tengo que recibir a Lolita tal como lo merece, más allá de las resonancias eróticas del nombre. Es algo universal: toda “Lolita” en este mundo, genera ansiedad sexual, por obra y gracia de Nabokov.
Por alguna extraña circunstancia, la nena tropezó y, según parece, le quedó dolorido el tobillo.
-Haber, mostrarme. – Me hice el que sabía. Pretexto para tomarle la pierna.
Como estábamos en la habitación, no hubo problema para sentarla en la cama.
-Acostate tesoro, estarás más cómoda. – Seré “cariñoso” desde el principio.
Miro su tobillo, tomando su pierna desde la pantorrilla… ¡Era lo mejor! Ella me mira sonriente. O le pasó el dolor, o le gusta que le tome la pierna. Hago todo con alevosía. Quiero que la nena no dude de cuáles son mis intenciones.
Acaricio la pierna desde la rodilla hasta el tobillo. Para eso levanto la pierna para que la pollera se corra hacia arriba y dejé a la vista los muslos y la sombra celeste de la tanguita, o lo que tenga puesto como bombacha, levemente húmeda, según parece.
-¿Te duele mucho, tesoro? – Suficientemente zalamero…
-No, no, está pasando…
-Bueno, muy ...
... bien, pero quedate acostada para que no hagás esfuerzos. – Más sencillo para mí.
-Si, si, estoy muy bien…
Sofía miraba sonriente. Sabía la consecuencia de toda la sanata.
-Date vuelta tesoro. Poné la colita para arriba. - Cumple rápidamente mi solicitud. ¡Una belleza!
Me agacho sobre ella, aun parado junto a la cama, y apoyo la carpa de mi bulto sobre la colita. Gira la cabeza y me mira sonriente. ¡Está a punto! Sofía le había adelantado algunas actitudes mías, muuuuy “eróticas” ¡jajaja! Actué de esa manera. ¡Es lo que espera! Acaricié el terciopelo de sus piernas hasta los muslos; ¡una mano en cada una!
-¿Estás bien? ¿Te duele? – Sin dejar de franelearle las piernas.
-No, para nada, estoy muy bien… - Lolita suspiró mientras me contestó.
-¿Qué te parece Sofía? ¡Está muy bien!
-¡Me parece que está perfecta! – Sofía alentaba los mutuos deseos…
Volví a acariciar las piernas, esta vez hasta terminar los muslos y llegar a los glúteos. Me gusta muchísimo acariciar hasta llegar al culito.
Y allí estaba Sofía, quien no solamente anda permanentemente caliente, sino que le complace ir de celestina, por lo menos conmigo, pues sabe que mi “retribución” son buenos y frecuentes pijazos…
Miré a Sofía. Lo entenderá, quiero quedarme solo con la nena, ¡para eso es Lolita! Le hice seña con la mano para que se vaya, sonriendo, claro, para que entienda que ella sigue estando presente, por lo menos en la cabeza de mi pija. ¡Ahora es el momento de Lolita”!
La hice girar y ponerse boca ...