TANTO VA EL CANTARO A LA FUENTE - Relatos Eróticos

TANTO VA EL CANTARO A LA FUENTE

... vuelva a tener buena cantidad de semen…
-Está bien, esperaré… ¡pero no te olvidés!
	Nos quedamos abrazados, acariciándonos concha, culo, y pija… Nos besábamos con lengua, ojos, orejas, cuello, mutuos pezones… Fui entre sus piernas, con los labios y la lengua. ¡Un opíparo clítoris, descapullado y ardiente! Cada vez que tironeaba de él con mis labios, tenía un nuevo derrame de la nena. El rostro, el pecho, los brazos, todo humedecido por sus fluidos. Lolita lamía mi piel recogiendo sus chorreaduras. Yo hacía lo propio sobre su piel. ¡El momento de la lujuria y la perversión!
-¡Amorcito! ¿Me hacés pis en la boca? ¡Quiero bebérmelo!
-¿Mi pis? ¿Te gustará?
-¡Seguro, me enloquece! Dale, sentate en mi pecho…
-¡Aaaahhhh! ¡Es lo que llaman “lluvia dorada”!
-¡Eso! ¡Si! ¡Justamente! – Lolita se instaló y mi lengua ayudó a la eclosión de su orina. Denso chorro le regaló a mi garganta. – ¡Huuummmm…! 
	No podía hablar…, pero gozaba…, ese tibio caldito…, pensando que en cualquier momento se lo retribuyo…
-Nunca lo hice Dani…, pero… me gusta ver como mi pis entra en tu boca…, sobre tu lengua… ¡qué lindo!
	Cuando Lolita terminó de mear, y yo de tragarme su orín, pude hablar, mientras ella me miraba complacida,
-¡Me gusta mucho tu pis, mi tesoro! ¡Siempre que tengas ganas damelo! Por lo menos al estar cogiendo. Es la mejor manera de no perder tiempo…
-¡Jajaja! ¡Si sos loco! ¡Te adoro! – La tenía de sus caderas. La hice correr sobre mi cara y quedó la conchita en mi boca. - ¡Ay ...

... papito, me matás!
Una nueva sesión de orgasmos, tan ricos como los primeros. ¡No puedo evitar el deseo de chupárselos!
-¡Ponete en cuatro! – Al tiempo que le hablaba la acaricié y besé. ¡No son órdenes! Sólo suaves requerimientos… - Ponete una almohada en los codos, más cómodo. 
-¡Qué lindo papito! ¿Me la das por el culito?
-¡Jajaja! ¡Ambos dos! ¡No desperdicio ningún agujero! 
-¡Si papito! ¡Dale! ¡Con todo!
-¿Me aguantás si te monto?
-Y…, no sé, subite…
-No, no, me parece que te peso demasiado. Me quedo parado. Poné las rodillas en el borde del colchón, y separá las piernas. – Aproveche a besar, lamer y chupar concha y culo, esfínter y glúteos. ¡Todo tan hermoso!
-¡Si, si, si! ¡Dani, qué hermoso! ¡Hacés las cosas más ricas!
-¡Vos también, mi amor! ¡No hay conchita como la tuya…, ni culito que se compare al tuyo! – No dejaba de chupar y lamer…
-¡Ay papi! ¡Acabooooo! ¡Otra vez! ¡Cómo me hacés gozar!
-¡Tesoro! ¡Vos también me hacés gozar muchísimo! ¡Tener la pija dentro tuyo es algo maravilloso!
	Le daba al mete y saca ¡plaf! ¡plaf! ¡plaf! 
-¡Dani! ¡Me matás! ¡No puedo parar! ¡Me meo! – La nena estaba enloquecida. 
	En cada momento, cada sacudida…, le doy un par de buenos chirlos en el culo. La nena se queja, pero sigue con sus sacudidas. 
Lolita mueve el culo hacia todos lados, arriba, abajo, derecha, izquierda. Tengo que estar muy atento para que no se escape la pija…, aunque a veces sucede… y la tengo que meter urgentemente… 
-Decime tesoro. ¿Te dijo Sofi que me ...