TANTO VA EL CANTARO A LA FUENTE - Relatos Eróticos

TANTO VA EL CANTARO A LA FUENTE

... abajo. ¡El magnífico culito en oferta! Me arrimo en lo posible al borde de la cama y le apoyo el erguido bulto. Lolita suspira, gira la cabeza y sonríe. Como si digiera: “pícaro, me refregás el culo…” que, por otra parte, es lo que hago. Paso una mano bajo ella y le tomo una de las tetas. Suspira y se acomoda para sentirla mejor. Me agacho y le beso el cuello.
-¡Hermosa! ¡Qué buena que estás! ¡Te voy a hacer de todo!
-¡Eso es lo que quiero! – Lolita va con la mano que tiene de mi lado hasta el bulto…
-¡Sacalo, mi amor, sacalo! ¡Todo para vos! – Hurga con su mano en la bragueta. Baja el cierre y busca el aparato. Lo toma y, con cierta dificultad lo extrae. 
	Lolita corre su torso hacia el borde de la cama y, mirándome anhelante, abre la boca. ¡Allí va el glande! Lo acaricia con la lengua y lo introduce entre los labios. Le facilito la tarea, empujando hacia el interior; ¡dos tercios adentro! Siento su lengüita recorriendo el glande, deteniéndose en la uretra. ¡Tiembla la pija por la excitación! 
	Me apretó la base del tronco. No quiero eyacular demasiado pronto. ¡Sus hoyos están esperando la penetración! 
	Lolita acentúa magnífica mamada. Se nota que no es la primera vez. ¡Profesional actitud! Sus manos acarician los testículos. Lame, chupa y besa con los ojos cerrados. Le sobo ambas tetitas, pequeñas pero duras, como los pezones. Areolas y pezones de la nena, apenitas más oscuros que la piel canela.
-¡Ay Dani! ¡Por favor metémela! ¡Cogeme ya! – Se yergue hasta llegar ...

... con su boca mis labios. - ¡Me muero de ganas! ¡Llevame al paraíso. – Había retirado la pija de la boca, sin soltarla. 
Se sienta en la cama y termina de sacarme los pantalones. Me quito la camisa. Hago lo mismo con su blusa. ¡Tetitas de ensueño! Pequeñitas, duras, excitantes, con pezones llamando a mis labios. Mientras se los chupo, le meto los dedos en la concha.
-¡Ay, dale, así, así, con la pija, papito! ¡Todos mis agujeros para vos! 
	Me espera con las piernas recogidas y abiertas. ¡El misionero está llamando! Mientras penetra la pija, Lolita me clava las uñas en la espalda y me abraza con sus piernitas. ¡Qué mete y saca maravilloso! ¡Sus caderas totalmente acopladas a mi ritmo!
-¡Que rico Dani! ¡Qué rico! – El movimiento de sus caderas me hace huir de la realidad… ¡esto es un sueño!
	Lolita iría por el cuarto o quinto orgasmo. ¡Es toda una ardiente mujer! ¡Estando dentro de ella ni se me ocurre que es una nena! ¡Así tendrían que ser todas las hembras!
-¡Mi amor! ¿Tenés la regla? ¿Te puedo acabar dentro? 
-No, no tengo la regla, pero prefiero chupártela para que me acabés en la boca… ¡Quiero tragar toda tu lechita!
-¡Toda para vos! – Puse cada una de las rodillas a sus costados y la pija a la altura de su boca. Lancé varias espesas sacudidas. La verdad, me gustaría acabar dentro de una concha… ¡al pelo!
-¡Siiii! ¡Qué rica! Sofi me había dicho que es muy especial…
-Para vos todo lo que quieras…
-¡Quiero que me la des por el culito!
-Eso será más tarde, cuando ...