1. Hipnotízame


    Fecha: 26/12/2018, Categorías: Hetero Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi control.
    
    —Jajaja no ya, seria seria lo prometo.
    
    Cecilia seguía el péndulo con la mirada mientras aguantaba la risa, yo continúe con los conjuros.
    
    —Sientes que los párpados te pesan, voy a contar del 10 al 0 y cuando llegue a cero tú vas a obedecerme 10... 9... 8... 7... 6... Los párpados cada vez sin más pesados 5... 4... No puedes soportar el peso 3... 2... 1... ¡CERO! ¡Duerme ya!
    
    Cecilia cayo de costado en el sillón, y por supuesto yo esperaba que soltara la carcajada.
    
    —Ya está bien, ya puedes burlarte.
    
    Pero Cecilia no reacciono. Le tome la mano y nada, estaba dormida o fingiendo muy bien.
    
    —Te ordeno que te pongas de pie —Cecilia se levantó y se paró frente a mí, seguro me estaba tomando por imbécil. Así que decidí terminar el juego de una buena vez— Te ordeno que me digas maestro.
    
    —Sí maestro.
    
    Estaba esperando que en cualquier momento reaccionara y comenzara la burla, la verdad estaba actuando muy bien, así que dije, pues qué diablos.
    
    —Te ordeno que te quites la blusa.
    
    —Sí maestro.
    
    Pero que mierda, para seguirme el juego ya estaba esto muy subido de tono. ¿Acaso está realmente hipnotizada?
    
    —Quítate el sujetador —seguro a esto se negaría.
    
    —Sí maestro.
    
    De un tirón zafó el bra y se quedó con las tetas al aire. Su piel blanca combinaba con esos pezones rositas. Jamás la había visto con morbo, en verdad es preciosa, sus tetas no son muy grandes, pero sí que están buenas. Pero lo más importante. Esta obedeciendo sin duda. Me ...
    ... acerque y le toque los pezones con la punta me mis dedos. Estaban realmente duros, poco a poco le fui acariciando las tetas, con más confianza. Pero con el corazón a tope, pensaba que en cualquier momento despertaría y pues me molería a palos.
    
    —Ok, quiero que te desnudes por completo.
    
    —Sí maestro —Se quitó todo, mi hermanastra estaba ahí desnuda, hipnotizada o fingiendo frente a mí.
    
    Examine por completo y con detenimiento cada parte de su cuerpo, el bello en su pubis era castaño, igual a su cabello, pequeños pelitos chinos y su clítoris rosado. En mi nariz entraba el aroma de su sexo. Puse mis labios en su sexo y luego mi lengua se mezclaba con ella, un sabor un poco amargo, algo extraño entraba en mi boca y no podía, ni pretendía parar. Seguí hasta que mi mandíbula estuvo exhausta. Y luego le ordene
    
    —Quiero que te hinques —Por extraño que pareciera seguía obedeciendo— voy a meter una paleta a tu boca y vas a chuparla con muchas ganas.
    
    Con el corazón a punto de estallar me saque la verga y la coloque frente a su boca, apenas toque un poco sus labios Cecilia comenzó a chupármela como si fuera una paleta, pasaba su lengua desde abajo, hasta la punta de mi verga, que ya estaba durísima, Cecilia no paraba y yo estaba a punto de correrme.
    
    —de la paleta va a salir mermelada, vas a chupar hasta que te comas toda la mermelada y dejes limpia la paleta, ¿entendiste?
    
    —Sssiggg! Maegggtroohg! —Me dijo sin dejar de chupar, sentí como me corría en su boca y ella se aferraba ...