Hipnotízame - Relatos Eróticos

Hipnotízame

... corrió batiéndole la boca y el mentón.

Le ordene que se sentara y coloque a Cecilia encima de la mesa de centro, con sus piernas en mis hombros. La penetraba mientras hacía que su padre nos aplaudiera, como si estuviese viendo el fútbol, por fin sentía que me corría y como ya estaba acostumbrado a no dejar rastro, le ordene a Cecilia que se comiera mi semen. Luego, con un dedo le lleve a la boca lo que tenía de leche de su padre en los labios, hasta que quedo limpio. Se vistieron y los lleve a cada quién a su habitación. Despertaron y me tomaron por un idiota. Y creo que nunca estuve más a gusto de serlo.

Desde entonces una o dos veces por semana ella come de mi verga, y yo la uso. Logre controlarla con una sola palabra. En cuanto la veo y digo “CHIMICHANGA” ella entra en trance y me obedece. También funciona con su padre así que mientras yo pongo de a perrito a Cecilia su padre canta o aplaude. A veces dejo que ella se la chupe, pero, la quiero sólo para mí, y hoy que nuestros padres van a salir a cenar, sus tres mejores amigas vienen a quedarse a casa. Será una noche divertida espero.