Hipnotízame - Relatos Eróticos

Hipnotízame

... más a tragar mi semen, no paraba de succionar.

La verdad me dio un poco de miedo. Le ordene que se vistiera y se sentará en el sillón y la hice beber un poco de agua para que no despertara con sabor a mi semen en la boca.

—Voy a contar del uno al tres y no vas a recordar nada, pensarás que no funciono 1... Te vas a burlar de mi... 2... Y tendrás mucho sueño, te iras a dormir... 3 ¡DESPIERTA!

—Que imbécil, ¿y cuánto te costó esto?

—20 dólares por envío.

—en serio no sé cómo te toleran tanta pendejada... En fin, tengo mucho sueño, hasta mañana idiota. Prueba con papá, puede que con el sí funcione.

Durante los siguientes días, logre un par de mamadas más, le chupé el clítoris, la grabe cuando me corría en su cara, pero tenía que ir más allá, yo quería estar dentro de Cecilia, ahora que había visto su cuerpo desnudo, me moría de ganas por ponerla en cuatro y darle una buena joda. Pero su padre casi siempre estaba en casa. Así que fui por todas, lo lograba o tendría un gran y fatal fracaso.

—¡Hola!

—Hola Saúl, ¿qué pasa?

—No te hoy a hacer el cuento largo, compre un manual para hipnotizar y lo quiero probar...

—¿Ya intentaste con Cecilia?

—Sí y no funciono. Sólo quiero convencerme de que es una tontería... ¿Aceptas?

—Claro, pero date prisa que tengo mucho trabajo. ¡Hay que ideas se te meten a ti!

—Tiene que mirar el péndulo.

—Ok.

—por los poderes de RA vas a dormir, y harás mi voluntad, voy a contar de 10 al 0 y caerás en un sueño ...

... profundo... 10... Los párpados te pesan...

Continúe hasta asegurarme de que estaba hipnotizado, luego subí a la habitación de Cecilia quien me decía entre risas que ya no insistiéramos con eso. Pero accedió y claro, entro en hipnosis. La hice bajar a la sala donde ya tenía a su padre.

—Desnudate Cecilia.

—sí maestro.

El mismo ritual hasta que quedó desnuda.

—colócate de rodillas en el sillón, y abre las piernas.

—Sí maestro.

—ahora tu cabron acuéstate frente a ella.

—sí maestro.

—Cecilia, vas a chupar la paletita, ya sabes suave porque es muy sabrosa, la saboreas en todo momento.

Ella metió en su boca el pene de su padre y comenzó a dar lambidas suaves.

—Tu, sientes un gran placer, estas excitado.

La verga pellejuda de mi padrastro se puso tiesa mientras su hija le mamaba la verga. Aproveche para tomar unas cuantas fotos. Luego me baje el pantalón y me coloque tras Cecilia.

—Vas a sentir que te penetro, vas a disfrutar y querrás que no pare.

—Sí maestro.

Metí mi verga en su sexo y poco, ella dejo de chuparle la verga a su papá para hacer unos gestos de dolor.

—Sigue chupando la paletita, es una orden.

—siii haaaa! Amo.

Poco fui hundiéndome en ella. Mientras seguía con la boca ocupada. Sus nalgas rebotaban en mi con gran furia y gemía casi a gritos. Luego, probé un poco su culo, pero gritaba y me daba miedo que despertará de la hipnosis, así que volví a meterla en su sexo, chupo por un rato un par de paletas, pero su padre se ...