¡Como aprenden las estudiantes… y sus mamitas!
Fecha: 11/04/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
El encuentro con Dalia fue absolutamente placentero. La siguiente princesita que me envió Sofía se llama Valentina. ¡Por lo menos me lo dijo ella! Sofía, de vez en vez…, insistía con que vinieran dos… ¡dos de una! No me disgustaba tal circunstancia, pero…, tenía el berretín… de que las nenas se sientan exclusivas. Así que acepté la presencia única de la riquísima Valentina.
Vale termina la primaria este año. Cabellos castaños, ojos color vino tinto, labios generosos, que inmediatamente te hacen imaginar que fantástico será mirar tu pija sostenida por ellos… Bastante alta para su edad, algo más de 1,60, lo que significa que en cómodas cuclillas, le podés sorber golosamente la conchita; un cuerpito…, que ya no es “cuerpito…”, sino “cuerpazo”, para su edad. Unas tetitas que llaman a los gritos ser amasadas y chupadas, con pezones que, cuando cumple con el deseo de seducir, se ponen desesperadamente duros y puntiagudos, “desesperadamente” para los que los tienen presentes y no pueden morderlos. Unas caderas y nalgas que enriquecen la manera de exhibir, una cintura para tener siempre abrazada. Las piernas…, ¡aaahhh! para dormir teniéndolas de collar, mientras en tu boca nada la lengua en los fluidos que envía esa conchita para una exposición láctea… ¡Y la sonrisa! “¡¿Qué mirás viejito?! ¿Cuándo me hacés acabar con tu glande?” ¡No podés suponer otra cosa cuando la ves!
Además, Valentina es decidida. Sin apenas mirarme, se arrodilló, me tomó la pija desde una de las piernas ...
... del short, sin bajarlo siquiera, y se la metió en la boca, comenzando a mamar con verdadera pasión.
-¡Sé lo que te gusta! – Se la sacó de la boca un segundo para hablarme sonriente. - ¡Me lo dijo Valeria!
¡Y así estamos! ¡Casi dos horas sacrificando a mis huesos! “¡Hagamos esto! ¡Hagamos lo otro!” Se lo dije a Sofía…
-¡Vasta por hoy! ¡Valentina me mató! ¡Esta piba se conoce todo el kamasutra!
-¡Jajaja! ¡Sin duda! ¡Cada día de la semana coge con uno distinto! Todas las semanas…, ¡Sólo cambia sábado y domingo! – Sofía lo confirmó
-¡Hoy es sábado! – Para mí, en ese momento y en ese lugar es igual que cualquier otro día. - ¿Y el resto de la semana?
-Tiene a los parientes…: ¡papá, dos hermanos mayores, el hermano de la madre…, y el hijo del tío! Cada día de la semana coge con uno distinto…, y los sábados y domingos… los elige ella…
-¿A mí me eligió?
-Por supuesto. Varias le hablaron de vos…, y de lo rico que lo hacés… ¡No se iba a quedar sin probarte!
-Bueee…, tengo bastante por esta semana… - Realmente quedé agotado. Me cansaron más las “estudiantes” que las “profesoras”. – Sofía…, sos un amor…, me gustaría acostarme con vos…, pero eso…, “acostarme” y dormir…, y despertar en tus brazos… ¡Eso me gustaría!
-¡Lo haremos! ¡También lo quiero hacer!
Cenamos con Paula y nos fuimos a mi habitación. Paula reía cuando le dijimos que “vamos a dormir…”
-¡Jajaja! ¡Me imagino que SÍ! – Con la mano izquierda, unió el índice con el pulgar…; con la mano derecha introdujo su índice en ...