SIN EL MENOR DESPERDICIO
Fecha: 14/04/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
Estaba cogiendo a Leticia, sobre la cómoda de la habitación.
Chupé lo suficiente para un par de orgasmos y buena lubricación. La acomodé para metérsela, despacito para que no duela.
-Ya me la metió el comisario, Dani, y también el hijo del capataz de la chacra.
-¿Te gustó?
-Más o menos… Con el hijo del capataz me gusto más…
En el ínterin, Leticia acabó un par de veces. Mi rostro quedó inundado. ¡Muy rico!
Traté de abrirle los labios con los dedos. Había bastante resistencia.
-¿Hace mucho que te la metieron?
-Y…, seis meses, más o menos…
-¿En todo este tiempo no cogiste con nadie?
-No…, bueeee…, se la mamé a mi papá y a mi hermano mayor…, y al hijo del capataz de la chacra…, pero ninguno me la metió…
-¿Por qué?
-No quise… La última vez me había dolido mucho…
-¿Y por qué te dejás conmigo? – Soy un pervertido, lo reconozco, pero no un degenerado; no me cogeré a una nena que tenga miedo o dolores… ¡Cada concha tiene su propia historia!
-Porque todas las chicas dicen que vos sos muy cariñoso y muy dulce…, y no hacés daño…, y das muy lindo besitos que “lubrican” la conchita… ¡Así me dijeron!
Acaricié con el glande toda la zona, desde el monte de venus hasta el ano. Está perfectamente húmeda. Poquito a poco la fui metiendo. El problema es dilatar el cuello uterino de una criatura. El placer es estratosférico, tal vez una cuestión psicológica. Tal es así, que estando dentro de Leticia, me fue imposible contenerme. Le llené la conchita con todo el placer del mundo. ...
... ¡Teresa tendrá que esperar!
Cuando retiré la fláccida pija de la conchita de Leticia… ¡se acabó la espera; ¡Teresa se lanzó de cabeza a chupar semen!
-¡Esto es lo que quiero Dani! ¡Me gusta mucho! ¡Pero si te la chupo es mejor!
-Si, tenés razón. Vamos a la pensión…
-No, no. Mejor vamos a mi casa. - ¡Otra más a su casa! – Si, si, por favor… No digás nada…, pero mi mamá quiere conocerte…
-Está bien tesoro. Pero será en otro momento. – Más allá de lo hembra que pueda ser la mamá de Teresa, yo quería ir a mi habitación… ¡Para tirarme y descansar! ¡Sólo eso! –Pero Dani, por favor, un ratito… - Sé que ese “ratito” se convierte en un par de horas…
Luego llego a la pensión… y Paula se molesta porque no estuve a la hora de la cena…, y ella se pierde el polvo del atardecer…
-Dale Dani…, se buenito… - Teresa me besa, me acaricia, me soba el endurecido bulto… - ¿Ves? ¡La tenés dura! ¡Justo como la quiere mamita!
¡Y fui a su casa! ¡Que como todo en ese pueblo…, está a la vuelta de la esquina!
Hermosa vivienda. Parece que la chacra da bastante para la buena vida. Cuando entré, vi en la cochera un pequeño vehículo último modelo de dos puertas. Pasamos al salón. Teresa me ofreció asiento en un amplio sillón de tres cuerpos. Inmediatamente se sentó en mis rodillas. Vino la mamá.
-¡Tere! ¡Dejá en paz al ingeniero!
-Ella es mi mamá…, se llama Francesca. – Teresa no se inmutó. Sonrió y metió la mano hacia mi entrepierna.
-No se preocupe señora Francesca… Teresa no me molesta… - ...