AGUJEROS VARIABLES - Relatos Eróticos

AGUJEROS VARIABLES

... dedica al glande. 
	En un momento Patricia pone el glande entre sus labios y le da besitos, lamidas y chupadas. Se lo introduce totalmente en la boca. No sé cómo lo sabe, pero… ¡como si tuviera un helado palito! ¡Una exquisita mamada!
	Estuvieron un buen rato, un poquito cada una, hasta que les duelen las mandíbulas y aflojan. Como a mí me lo hacen tan suavecito, y la pija apenas les entra un tercio, no tengo problemas. ¡Es reconstituyente!
¡Cómo es posible! En este perdido pueblo de la pampa, se da el caso de las dulces criaturas, capaz de hacer gozar a un adulto como si estuviera con dos veteranas en un complaciente trío. Es algo más que el simple placer. Es una demostración total de sexualidad, deseo, goce y placer. ¡Tener un par de estas criaturas en casa, sería la gloria permanente! 
No esperé más. Las fui desnudando. No quiero mostrar ningún tipo de favoritismo. Las deseo a las dos, y las dos me hacen llegar al paraíso. Tal mi costumbre y mi placer, las voy besando a medida que su piel queda al descubierto. Si a Sole le saco la blusita, a Patri le retiro la pollerita…, y así hasta que la obra de delirante arte, queda al descubierto. ¡No lo puedo evitar! Las paro sobre la cama y beso su entrepierna, chupando y lamiendo, tanto el mínimo clítoris que tienen por el momento, como los labios internos y el hoyito donde entrará oportunamente la pija. 
Dos pequeñas montañitas que mañana serán tetas, los duros y erectos pezoncitos, la conchita apenitas una rajita entre ...

... dos labiecitos rosados y húmedos, esos culitos como duraznitos, los besé centímetro a centímetro. 
No sé hasta donde las nenas gozan. Sólo puedo decir que mi placer es lo más grande que cabe. Puedo decir que lo quisiera así todos los días… ¡todo el día!
Cuando concluí de desnudarlas, sin que ellas dejaran de chupar, besar y mamar, coloqué sus conchitas a la altura de mi boca. ¡Ahora es el momento de hacerlas felices!
Besé y chupé a ambas. Si empezaba por una, terminaba con la otra. Lamía el clítoris de ambas, primero Patri, porque sí, porque estaba a mi derecha…, y seguía con la otra a mi izquierda. ¡No hay referencias ideológicas!
¡El coger es el esperanto de las actividades humanas! Y estas criaturas son los ángeles del placer. Cuerpitos de increíble belleza y perfección. Nalgas redonditas y llenas, ambas casi de la misma altura, de jamones para morder y piernitas para tenerlas de collar.
Dos gorditos pubis de sonrosados y húmedos labios, que esperan ansiosos la llegada del macho penetrador…
-¡Ay Dios! ¡Me hago pis! – Soledad fue la primera en llegar al orgasmo.
-¡Hacé, no tengás problema…, yo me lo tomo… ¡me gusta mucho!
-¿No te da asco?
-¡No! ¿Por qué? ¡Es tuyo! ¡Todo lo tuyo es hermoso! Lo de Patricia también. ¡El pis de ambas debe ser riquísimo! ¡Prontito, en esta cosita hermosa que tienen, entrará mi aparato!
-¡Ay Dani! ¡Sí, sí! ¡Por favor, dame tu cosota… ¡quiero tenerla dentro! - Soledad clama por la cogida de una buena vez. 
-Si Dani, por favor, métemela ...