1. MÁS AGUJEROS


    Fecha: 24/04/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Me arrodillé en la cama y paré a las nenas ante mí. Justamente, la pija, de esa manera, quedaba a la altura de ambas conchitas, ya que eran de altura muy similar. Las nenas no sacaban la vista de mi herramienta, incluso la manoteaban de vez en cuando.
    Tomé de la cintura a Soledad y le apoyé el glande en los labios. Se estremeció. Toda la zona estaba muy húmeda, producto de mis lamidas y chupadas. Le pincelé concha y adyacencias y fui a Patricia, con la misma intención. Patri curvó su cuerpo adelantando su pubis hasta mi glande. También la acaricié. Las dos nenas sonríen pícaramente. 
    No quise correr riesgo. Tenía sobre la mesa de luz el gel lubricante que uso para los culos. Se lo unté a ambas y también en mi glande.
    -¿Eso para qué es? – Sole pregunta, no quiere cosas “raras”.
    -Es para que la penetración sea más suave, y no presente molestias. 
    ¡Al fin lo hice! Patri volvió a colocarse para recibirme. Introduje el glande en su conchita. 
    -¡Aaahhh! ¡Diosito! – La nena se acomodó para una mejor penetración.
    -¿Te molesta, tesoro?
    -No, no, para nada. Me gusta. Metela más adentro. ¡Toda adentro! – Patri se entusiasma. La sostengo desde la cintura. La voy apretando contra mí. Así voy perforando su maravilloso agujerito. Todo el glande y un par de centímetros del tronco.
    -¡Empujá bien! ¡Hasta el fondo! – Patri insiste.
    -Si te la meto toda de golpe te puedo lastimar. Te la voy a meter hasta donde vos aguantés. - Empuje más. Patri apoya su ingle contra mí. Empuja decidida, ...
    ... más que yo. ¡La quiere toda adentro!
    -Esperá. No hagás tan fuerte. No quiero lastimarte…
    -¡No me lastimás! ¡Me gusta! ¡Metemela toda!
    Tengo a la nena desde la cintura. Trato que no se curve tanto hacia mi pubis. La lubricación fue oportuna. La penetración es suave y constante. De mis 17-18 cms. habrán entrado 8-9cms. Ya había resistencia. Se hace más difícil. Me mantuve así unos minutos. Le indiqué a Soledad que besara y acariciara a su amiguita. Sirve para moderar las molestias.
    Comencé un suave mete y saca. Patri no dejaba de gemir. Su compañerita sabía muy bien lo que hacer. Le acariciaba y besaba el precioso culito, metía la lengüita en la zanja que separa los cachetes, le pellizcaba los pezoncitos y le besaba la espalda. Yo la movía en el mete y saca, sosteniéndola de la cintura. Patri tiene los ojos en blanco, la boca entreabierta y babosa. Abrazó mi cuello y me apretó contra ella. La besé en los labios. Le abrí la boquita con la lengua, la recorrí sorbiendo su saliva y su baba. Cuando podía, gemía y gritaba.
    -¡Aaahhh! ¡Aaaahhh! ¡Ssiii! ¡Ssiii! ¡Asiii! ¡Aayyyy! ¡Ssiii! ¡Qué ricoooo! ¡Lindooo papito! ¡Me gustaaaa muchooo! ¡Aayy! ¡Ay! ¡Me hago pis! – Patricia no dejaba de gemir y gritar. ¡Es un poco de teatro! ¡Para impresionar a Soledad!
    -Si tesorito…, hacé tranquila…, no es pis, es el juguito de tu conchita… ¡que está contenta! Porque tiene mi amiguito adentro.
    -¡Sí! ¡Es tan rico! – Patri está feliz.
    -¿No te parece que es el momento para que Soledad también tenga ...
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