MÁS AGUJEROS - Relatos Eróticos

MÁS AGUJEROS

... maestras?
-Claro, todo. Nos dieron todas las indicaciones para tener el culito bien preparado para que vos nos la puedas meter sin dolor. – Soledad aclara lo que dicen la “seño”. - Ellas dicen que hacen así y les resulta lindo… 
-Nos dijeron lo de los enemas, de esa cosa llamado plug o algo así, que nos la metieron en la colita, para tenerla todo el día…, para que nos “agrandara” el hoyito…, ellas dicen “dilatar…”  
-Nos dijeron que así vos nos la podés meter mejor y no duele… - Sole y Patri se alternan en las explicaciones. Me encanta que sean nenas tan inteligentes. 
-Si claro, para eso es justamente. Ahora probaremos… - Me gusta que las nenas sean tan explícitas. - ¿Tienen ganas de que se la meta en los culitos?
-¡Claro! ¡Si! ¡Muchas ganas! 
-¡Las chicas que cogieron con vos dicen que es muy rico! – Ambas comparten opinión.
-Me alegro mucho. Bueno, te la meto a vos primero, luego cambiamos. – Y así fui al culito de Soledad. 
Con sumo cuidado y una buena lubricación, ya lo tiene bien preparado. El glande entró con poco esfuerzo, y el tronco se deslizó sin problemas. Como Soledad estaba con la cabeza apoyada sobre el colchón, le dije que hiciera lugar para que se acostara Patricia. Esta se acomodó de manera que su conchita quedó al alcance de la lengua de Sole. Y así estuvimos unos diez minutos hasta que llegó el orgasmo de Soledad. Yo, para variar, tengo apretada la base del tronco. En el ínterin, Patri había tenido dos acabadas, ...

... provocados por las chupadas de Sole.
Así seguimos como un cuarto de hora, hasta el tercer orgasmo de Soledad. Yo intento contenerme, como siempre, tratando de alargar el placer. 
Les indiqué que cambiaran de ubicación y postura. El magnífico culito de Patricia recibiría ahora a su perpetrador.
Puse el glande en el ano y presioné. Patri gimió. Seguí presionando y al final entré hasta que el escroto tocó con su cuerpo. Patri gemía como si doliera. Es posible. El recto es muy estrecho. No aflojé y seguí presionando con fuerza y ganas. La sacaba hasta la cabeza y se la metía de una. La enterraba hasta el fondo y seguí con el bombeo varios minutos más. 
El recto de las nenas es un maravilloso terciopelo. Patricia se estaba relajando ofreciendo su precioso culito a mi placer. Al fin gemía de gusto.
¡Es el momento! Estaba tan profundo en el orto de la nena que los huevos reventaron. Descargué varios potentes chorros. Patricia se sacudió y volvió a acabar.
-¡Aaahhh! ¡Me llenaste! ¡Qué calentito! ¡Me gusta!
-Cuando se la saque ponete a chupar. Trágate todo. - Le di las indicaciones a Soledad, quien había estado chupándome el culo, por propia decisión. Seguramente lo vio hacer a las “seños”. ¡Me causa extraordinario placer que me lo chupen! ¡Ignoro qué pasaría si me lo horadan!
	Esperé que se aflojara la dureza y la saqué despacito. En ese momento, Soledad colocó su boca en la concha de Patricia. Yo… puse mi pija en la BOCA de la nena. ¡Todos felices!