SIEMPRE HAY MÁS - Relatos Eróticos

SIEMPRE HAY MÁS

... mí, son impagables.
-¡Yo, yo, yoooo! ¡Siento que me hagoooo! – Es hermoso sentir su estremecimiento entre mis brazos.
-Si, dale preciosa, largá todo…
Como yo esperaba tenerla en el culito para deslecharme, me aguanté mientras sentía mojarse cálidamente pija y los muslos y pubis, tanto de la nena como mío. 
-Te la saco un poquito mi amor…
-¡Nooo! ¿Por qué? – Anna se angustió…
No contesté e inmediatamente puse su conchita en contacto con mi boca, mientras chupaba todo lo que la nena lanzaba. En el ínterin, María se inclinó tras mío para chuparme el culo, metiendo su lengua en mi orto. ¡Gratísimo!
La nena ya estaba completa por “delante”. Es el momento de ir por “atrás”.
-Tráeme el lubricante. – Le pedía a María. No tenía dudas que tendría. 
-Si, ahora. – Fue a un mueblecito y sacó el gel. - Yo le pongo…
-No, dejá. Lo hago yo. Me gusta. - La nena sigue en igual posición, de rodillas apoyada en el respaldo. Por supuesto, el asiento es muy mullido. Beso, chupo y lamo los glúteos, el ano, los jamones, humedecidos por sus fluidos. Luego unto muy bien el asterisco, incluso el glande y tronco. Imagina pequeño el diámetro del recto de Anna.
María me toma la pija y acomoda el glande en el hoyito de su hija. 
-Ahora podés empujar. – Dado que es su hija, acepto sus “instrucciones”.
Tomándola de las caderas, introduje el glande.
-¡Aaahhh! ¡Sssiiiii! 
-¿Te duele amorcito? – Le pregunté no solamente porque está la mamá, sino porque me importa que no tenga dolores.
-Un ...

... poquitooo…, pero es lindo igual…
-Enseguida pasa, mamita… - María zalamerea a su hija.
Introducido el glande, María se acomoda de manera de facilitar a Anna la posibilidad de chuparle los pezones a ella, de manera que esté “entretenida”. 
Así fue que, con paciencia, el tronco se internó con dulzura…, mientras le besaba y acariciaba la espalda. Anna, mientras tanto, chupaba los pezones de la mamá. Una regresión infantil, hasta que las tripas se acomoden al “intruso”. 
Llegué al final. ¡Toda la pija dentro del recto, ocupado hasta las tripas!
La nena gemía.
-¡Aaahhh! ¡Aaaahhh! ¡Sssiiii! ¡Te siento! ¡Toda adentrooo! -  Anna acomoda el culo para que le sea lo menos molesto.
María no solamente le daba la teta a la nena, también le acariciaba la conchita. Yo tengo mis manos tomando su cintura…, para que no se “escape”. 
Varios minutos de relax, para que el cuerpito se adapte. ¡Lo que sea para su bienestar! 
Es el gimoteo general.
-¡Diossssssss! ¡Qué buenooo! ¡Puuuffffff…! ¡Oooooohhh…! ¡Cómo me gusta! – Me fui retirando, para introducirme nuevamente. ¡Un cálido bombeo! - ¡Oh, Diooosss! ¡Lo quiero… todos los díaaaaaasss…! ¡Aaaaaauuummmmmm…! ¡Sientooohhh… el cielooooo! ¡Oooooohhhhhh…! 
-Movete hacia atrás y adelante, mi amor… - María es una experta en el tema. La nena tiene que aprender.
	Meta bombeo, sin que Anna callara… Cada vez que la saco, María no deja de darle su mamadita… Tiene el gusto del culito de su hija. ¡Sin duda que lo debe conocer muy bien!
	Tomo a Anna de la ...