SIEMPRE HAY MÁS - Relatos Eróticos

SIEMPRE HAY MÁS

... cintura y se la saco. La alzo, y la apoyo de espaldas sobre la cómoda. Le levanto y separo las piernas. Me inclino y voy con mi boca a su maravilloso nidito…, nidito de amor…, nidito de pija.	   
A la mamá le gusta chupar todo lo que sea chupable: pija y concha entre otros eméritos órganos.
María la hizo pararse al lado de la mesa y levantar una pierna apoyándola en ella. La perforé cómodamente. Ella es la que se sostiene en una pierna. La bombeaba entusiastamente; la nena se lo merece por dócil y cariñosa. No borraba la sonrisa, aunque molestara la postura. ¡Muy pequeña para que la madre pretenda que la emule! Así que me senté y la coloqué a horcajadas con, para variar, la indicación de mami que se sentara con la espalda hacia mí.
Son dos los motivos de María para ubicarla así: controla el movimiento de la pija dentro de la conchita de la hija e…, importante para ella…, puede besar y lamer mis huevos. Luego de buenos y varios orgasmos de Anna, ambas se dedican a pajearme a fin de obtener mi eyaculación y disfrutar del semen, como principal objetivo.
María le indica a su hija como pajear satisfactoriamente para lograr un buen orgasmo de mi parte, cosa que Anna hizo con alegría y regocijo. De todas maneras, me lleva seis orgasmos de ventaja.
Las dos ubicadas para recibir el denso, cálido y blanquecino regalo: boca abierta y lengua afuera. María fue la primera que recibió los goterones… Sin falta guie el glande a la boquita de la nena. En realidad, la mamá la había desplazado para ser la primera, por eso puse el glande entre los labios de Anna. ¡Se lo merece! De todas maneras, luego de ser receptáculos del semen, las dos bocas se unieron en “besos de transferencia”. ¡Ambas felices! ¡Tuvieron todo lo que deseaban! ¡Igual que yo!
Si bien María a veces se mostraba algo egoísta, sin duda educó muy bien a su hijita para que sepa disfrutar del sexo. Sin duda, será una maravillosa cogedora. ¡Me gustaría encontrarla dentro de varios años!