OTRO POQUITO NENA - Relatos Eróticos

OTRO POQUITO NENA

... cuando siento algo en mi entrepierna. La mesa está cubierta con un amplio y bordado mantel. Trato de mirar con disimulo… y lo primero que veo es la amplia sonrisa de la nena. ¡Metía la mano en la bragueta, luego de haberla abierto! 
Tomó mí, en ese momento, morcillona pija, y la sacó. Por supuesto que yo no miraba más. No quiero mostrar el “juego”, y poner en evidencia la picardía de Patricia, pero sé lo que pasa. “Arriba” los comensales seguíamos en nuestros cambios de elogios…, que ya se habían convertido en directamente sexuales. No sé si la ausencia de la nena había “calefaccionado” la conversación, pero hablamos de lo que haríamos para matizar las horas nocturnas que pasaríamos juntos…
Las hembras traen a colación muchas de las posturas más “populares” del kamasutra, cosa que, sin duda, de alguna manera había llegado al pueblo. Las manitos de Patricia se habían ocupado de ponérmela eréctil nuevamente… ¡y su lengüita acaricia zalameramente el glande. ¡Logró su objetivo! 
Mientras la nena me lamía la pija, su madre y su amiga y vecina, seguían enumerando las posturas sexuales que podríamos lograr luego… ¡en las horas de divertimento que tendríamos! 
¿Poder creer que las minas consideraban como se pondrían para estar más cómodas mientras tengan mi pija adentro? ¡Lo pensaban a dúo, integrando el “trío”! ¡Y pedían mi opinión! ¡Mientras Patricia mamaba soberanamente dos tercios, por lo menos, de mi pija! 
De pronto, la nena adquirió conocimientos exquisitos para una ...

... mamada. Su lengüita en el orificio de la uretra, lo recorre y acaricia, soba gratamente el tronco que tiene dentro de la boca y masturba la parte que no entró. Muy pronto va a llegar mi eyaculación…, pero hay una a mi favor… Estaremos bastante enfrascados en las previas a los polvos, para tener a una buena digestión, que nos ponga bien “saludables” y “activos”. El tiempo que necesita para recuperarme con suficiente semen para las hembras mayores.
-Patri, se querés andá a casa. Sole está con Aníbal. ¡Se van a divertir! – Rosa le habla a la nena sin saber dónde está (eso creo). 
Me mira y aclara; “Aníbal es el hijo de Elena, la costurera. Está en séptimo, un poquito más grande que las nenas. Las “atiende” muy bien. ¡Él no sabe que yo sé lo bien que las atiende! Aunque…, claro…, ninguno las puede “atender” como hiciste vos… ¡No lo olvidarán nunca!”
-Me alegro que sea así… - No la iba a dejar hablar sola. 
La regia mamada de Patricia estaba culminando. Estoy listo para eyacular. El temblor de la pija alerta a Patricia. Me toma fuerte con ambas manos y me aprieta con los labios. El glande totalmente sostenido dentro de la boquita le dará su “mensaje”. Me agarro fuerte de la mesa para no sacudirme demasiado…, y el semen pasa a ocupar su lugar sobre la lengüita de Patricia. Siento todas sus acciones, aunque no la veo. Sin duda traga antes de encarar la perfecta limpieza; luego la introduce en el pantalón y cierra la bragueta. ¡Patricia cumplió con su propósito! Le podrá decir a ...