OTRO POQUITO NENA - Relatos Eróticos

OTRO POQUITO NENA

... Soledad que tragó toda mi “lechita”. Luego sale tranquilamente.
-¿Qué hacías debajo de la mesa? – Pregunta Ángela con algunas dudas…
-Se me cayó el tenedor… - Patricia contesta y se sienta tranquilamente. Me mira y sonríe.	
-¿Oíste a Rosa? Te dijo que podés ir a hacerle compañía a Soledad…
-Si, oí. Ahora voy. – Tomo una manzana, le dio un mordisco y salió. Va a ser “atendida“ por Aníbal.
	¿Ángela se la quiere sacar de encima? No creo que sea por competencia. Más bien no querrá que la nena vea lo lujuriosas y pervertidas que pueden llegar a ser su mamá y la de su amiga. Todo en orden.
-Vamos al dormitorio… - Ángela está apurada. – ¡Tanta charla y me mojé toda!
-Esperá, tengo que hacer la digestión…
-Si, Dani tiene razón. Levantemos la mesa. Dejemos las cosas limpias. Tenemos que hacer algo de tiempo. – Rosa comprende mejor mi necesidad…, o no está tan caliente… 
	Levantamos todo y limpiamos prolijamente. Ángela no tendrá trabajo en la mañana siguiente. Está muy contenta y satisfecha por nuestra colaboración. No deja de cruzarse con alguno de nosotros sin besos, caricias o toqueteos, incluso en mi paquete, al que tengo súper sensible por el momento, gracias a la dedicación de Patricia. 
	Durante algunos minutos nos quedamos recostados en el gran sofá de la sala. Ángela y Rosa están a mi lado. Dos hembras impresionantes, lo mejor de lo mejor, tal vez más que María y, sin duda, súper decididas: Rosa no duda un instante en aflojar el cinto, abrir la bragueta y bajar el ...

... pantalón, junto al slip. Ayudo levantando las caderas. 
La pija salta aparatosamente desde el elástico del calzoncillo apuntando al ombligo, y la mamá de Sole la aprisiona con sus manos.
Para hacerla corta y resaltar lo “importante”: ROSA: 110-75-110, centímetro más, centímetro menos, y ÁNGELA: 105-70-110… ¡Eso! ¡A cuál mejor! Ambas se colocan prestamente acuclilladas entre mis piernas, mamando a cuatro manos, a cuatro labios y dos lenguas. ¡Una maravilla!
-¡Umm! ¡Uuummmm! ¡Qué ricoooo! – Ángela asume el rol de catadora.
-Tenían razón las nenas… ¡tan sabrosa y aromática! – Rosa comparte la opinión de su amiga. - Si Dani, las nenas dijeron que rica que es tu herramienta.
Debe ser porque hace pocos minutos el semen estuvo saliendo por el agujerito.
-¡Te lo juro! ¡No hay nada parecido por estos pagos! – Ángela debe haber probado una cuantas… 
Las minas se habían comenzado a desnudar.
-¡Esperen, esperen! ¡Quiero hacerlo yo! Me encanta desnudar… a las nenas querendonas…
-¡Jajaja! ¡De a poquito…! – Rosa ya estaba luciendo el corpiño rosa de encajes. La mitad superior de las tetas estaban expuestas.
-¡Tengo estilo! – Me incliné hacia ella, y le desabroché le prenda. 
La tomé de las axilas y la acerqué a mi boca. Le besé y chupé ambos pezones. Ángela, al estar en solitario con la pija, arreció con las chupadas, Por suerte, al haber acabado hacía poco tiempo atrás, podía contener la situación. Ambas tienen una liviana blusita y una amplia y cortísima falda. En dos segundos ...