Mis dos familias - 04 de 10
Fecha: 28/12/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... correspondía hasta que me sentía desfallecer y sin aliento, cubierta mi boca por la suya hasta que me era imposible respirar, y entonces rompía el beso que él reanudaba un segundo después, hacía que mi asombro despertara, si casi nunca me besaba.
-Telmo, mi vida, ¿cuándo me dejarás que te la meta? Lo deseo tanto y seguro que tú también. -entendí el motivo de tanto beso, me puse tenso un segundo, siempre insistía en lo mismo a pesar de haberme negado siempre, no estaba dispuesto a romper mi promesa a Don aunque fuera mi mayor deseo, quizá mayor que el de él.
Deslicé la mano entre los cuerpos para agarrar su dura verga, y sin responderle comencé a pasar la mano por ella sin dejar de besarnos, él a su vez deslizó la mano dentro de mi pantalón y el slip hasta encontrarme el ano y comenzó a acariciarlo pasando los dedos por él.
-¡Kilian! Me vuelves loco, no me toques ahí.
-No lo suficiente, quiero meterla en tu culo, que seas mío de una vez. -cerré su boca besándole y así evitar que siguiera hablando.
Desabotoné su camisa y comencé a besarle el pecho, a chuparle las tetillas y él se ocupó de deshacerse del pantalón y ropa interior dejando su pene al aire, lo miré un instante antes de envolverlo en mis labios y tragarlo.
Siempre era así o muy parecido, sentir su caliente polla en mi boca, forzándome para que la admitiera toda y follarme con desesperación. Ya que no podía entregarle el culo le daba mi boca, sentía como golpeaba su bonito y rojo glande en el fondo ...
... pasando por el paladar y escuchaba su jadear lujurioso entrando con furia en mi, enterrándome su total virilidad.
Resultaba salvaje e irreal pero yo lo disfrutaba sintiendo su satisfacción y su gozo, hasta que llegaba el momento en que se contraía dejando salir el semen abundante y caliente que yo deseaba tragar goloso.
Después se quedaba exhausto y rendido respirando con dificultad, yo me sacaba el pene y me masturbaba, sintiendo en mi mejilla el calor de lo quedaba de su polla ya apagada y floja, envuelta en la humedad de mi saliva y la leche derramada de mi boca.
-¿Qué hacen estas maletas en tu habitación? -ya volvíamos a estar limpios y presentables con el uniforme arreglado antes de que Don y mi madre regresaran.
-Me voy de viaje mañana.
-No me habías advertido. -le miré y solo pude sonreír con tierna tristeza.
-Tampoco he podido hablar mucho contigo últimamente, Samay te ha ocupado todo el tiempo, resultaba difícil verte fuera de clase.
-¿Vas a empezar otra vez? Igual es mejor que marche para mi casa. -escuché el motor del coche de Don, ya estaban entrando al jardín y no había tiempo para seguir hablando. No quiso quedarse a cenar, había conseguido lo que venía buscando, en realidad no todo lo había conseguido.
Escapó después de estar un rato más pero con mi familia delante. Y a pesar de todo no podía renunciar a él, Kilian me gustaba mucho y descansaba en él mi frustración de no poder tener a Don, tampoco resultaba un remedio al completo al no ...