1. EL COMIENZO DEL PRINCIPIO


    Fecha: 15/05/2025, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Hace cosa de un par de años, no estoy muy seguro de los tiempos, relaté cual había sido mi iniciación en el sexo. Yo creía, realmente, que ese era el principio, el comienzo de mi atención y deseos hacia el sexo. Porque fue a partir de entonces que el sexo siempre estuvo presente en mis atenciones de vida…, pero no fue así.
    Días pasados…, más bien, noches pasadas, soñé algo que me despertó, valga la obviedad…
    Lo que soñé, y por lo cual me desperté como a las tres de la mañana, me descubrió, en ese mismo instante, que fue algo que realmente me había pasado. Yo lo tenía oculto en el “sub consciente”, el “mini consciente”, en el “pero consciente”, en la “puta consciente”, ahí, en el culo de mi pensamiento. Y el culo tiene mucho que ver…
    Ya hablé de mi iniciación en el sexo cuando tenía alrededor de…, bueno estaba en segundo grado…, y fui con una compañerita y su “amiga” y vecina, que estaba terminando la primaria, y que la “utilizaba” para su propio placer, a una construcción, que resultó ser de una iglesia. 
    Fue algo muy lindo y divertido. Su amiga, que terminaba la primaria, nos enseñó a ambos como era la “metodología” necesaria para coger correctamente y brindar placer. Esto lo describí oportunamente. 
    Como te imaginás me gustó una barbaridad, pues la refregada con la chica más grande, y que ya tenía tetitas y algunos pelitos alrededor de la conchita, me gustó una barbaridad. Pero no fue la primera vez… 
    Lo descubrí en el sueño del que hablé. Fue a eso de las tres de ...
    ... la mañana y me desperté, pues descubrí que eso, lo que soñé, fue justo lo que me ocurrió mucho antes de lo que conté como mi iniciación sexual.
    En ese entonces, según el sueño, y que descubrí que era real, yo vivía en un pequeño pueblito de la pampa y no había comenzado la escuela. No había, por entonces, en ese lugar, ni preescolar ni jardín de infante. 
    El pueblito era tan pequeño que la escuela estaba en el borde del pueblo, como casi todo, y allí, en el fondo de la escuela, empezaba el campo.
    Yo no iba a la escuela, por mi edad, pero cada acto de la misma era propicio para que se juntara todo el pueblo, dado que muchos entretenimientos no había, más allá de los cuernos que los matrimonios se metían mutuamente. 
    Fui con mi familia, como todo el resto del pueblo, donde los varones tratan de seducir alguna mujer, y estas puedan conseguir una buena pija que alterne con la de su marido. 
    Allí estábamos, y la escuela está en un lugar que tiene el campo pegado, con las altas plantas de maíz…, altas para nosotros, pequeños aspirantes a la escuela primaria.
    Yo no concurría a la escuela, pues no había jardín ni preescolar, pero durante las fiestas estaban todas las familias, dado que era uno de los pocos entretenimientos. En una de ellas, un par de chicos, vecinos, por supuesto, y conocidos, como todos, me “invitaron” a ir al maizal… a “jugar”.
    Fui, por supuesto, dado que la fiesta de la escuela me aburría, y los chicos, conocidos y vecinos, como todos, eran de los últimos ...
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