EL COMIENZO DEL PRINCIPIO
Fecha: 15/05/2025,
Categorías:
Hetero
Tus Relatos
Autor: CARAMELO, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... la deliciosa conchita de Miriam. Por supuesto, tal como era mi placer y rutina…, lo primero es lo primero: antes que nada, adheridas y ardientes chupadas, lamidas y besos. ¡Eso ponía a Miriam a mil!
-¡Papito! ¡Es tan rico como me besás! ¡Me gusta tanto!
-Tenés que hablar despacito, que si no tu mamá te va a preguntar dónde te estaba besando…, que te gusta tanto… ¡Jajaja! – Ambos nos reíamos de nuestras travesuras. Miriam siempre encantada…, e intercambiábamos bombachitas. Yo le daba la que le había sacado la “reunión” anterior, limpia y seca, y ella me daba la que traía ese día, que siempre usábamos para limpiar la conchita, luego de mis acabadas y las suyas…, que también mojaba… y mucho.
Bueno, tal como era mi propósito, luego de varias secciones de “aprestamiento”, donde le dilaté el hoyito, con los mangos de cepillos y dedos múltiples…, hicimos el primer intento de penetrar la poronga en el maravilloso agujerito del culo. No fue fácil, pero, por suerte, estaba lo suficientemente dilatado y flexible, que pude introducirla sin demasiadas dificultades. En las primeras tres o cuatros oportunidades de penetración, Miriam se quejó un poco, pero luego le comenzó a gustar, cada vez más. Un par de veces tuve que detener el enterramiento de poronga en su culito porque había caquita. La nena aprendió a contenerse y limpiarse bien… Yo todavía no conocía el tema de los enemas…
Así pasaron varias semanas…, meses digamos, donde nuestra actividad sexual combinaba concha y culo, con ...
... el mayor beneplácito de los dos.
A veces ocurren cosas absolutamente imprevistas e inesperadas…, de cualquier manera… Yo le había recomendado a Miriam…, una y mil veces, que no comentara con ABSOLUTAMENTE NADIE, nuestros “jueguitos”. Así fue durante varios meses, más de ocho puedo asegurar…, pero una tarde…, en principio “maldita tarde…”, tenía a Miriam a horcajadas, dándome la espalda, sentado yo sobre el taburete de dibujo, con la poronga absoluta y totalmente enterrada en su conchita…, cuando -¡sorpresa!- aparece la mamá en la puerta de mi habitación…
-Ho… ho… hola… Micaela… - ¡No podía hablar! ¡Lo que tenía que suceder… sucedió! ¡Nos pescó la madre! ¡Absoluta culpa de mi calentura! -Veo que están muy entretenidos…
Nos habló “normalmente…” ¡No me pegó un mamporro!
-¡Con razón Miriam siempre quiere venir! ¡No le das tiempo de aburrirse! ¿Desde cuándo “andan en eso”?
-Es… que… Miriam es… ¡No! ¡No! ¡Miriam no ha hecho nada de malo! ¡Soy yo! ¡Perdón Micaela! ¡Es tan linda y tan buena! ¡No me pude resistir! Ella no quería…, yo la induje…, solo yo…, ella no hizo nada malo…
-Sos muy caballero…, haciéndote cargo de todo…
-¡Es así! Yo lo quise hacer…, ella no quería…
-No creo que no quisiera… ¡Viene a casa tan contenta cuando está con vos! Sin duda le gusta mucho… ¡La tratás con mucho cariño! Pero me complace que te hagás responsable… ¡Ella te quiere mucho! ¡Siempre me habla de vos!
Solo atiné a levantarla, para desenterrarla…
-¡Uy dio! ¡Todo eso le metiste! ¡Le ...