LINDAS LAS PEQUEÑAS - Relatos Eróticos

LINDAS LAS PEQUEÑAS

L	a mamá de Miriam, Micaela, nos había descubierto, justo, justo, cuando yo se la había enterrado con todo… Me hice cargo de toda la “maldad…”, aunque verifiqué que para la mamá de la nena no todo era tan “malvado.”
-Vamos a casa, Miriam… - Micaela no parecía demasiado enojada, pero, por las dudas, traté de no hacer cargo sobre la hija.
-Ella no tiene la culpa, señora. Yo fui quien la obligó a hacerlo, ella no quería…
-No importa…, ¡vamos a casa! – Ninguna palabra sobre lo que hacíamos… 
La mamá está seria…, pero no agresiva. ¿Será así? ¿O está disimulando su bronca? Miriam, llorosa y con la cabeza baja está al lado de su mamá.
-Señora Micaela, por favor, no le haga nada…, ella no tiene la culpa. Yo le hice hacer… esas cosas…
-Está bien, no te preocupés… - Y se fueron…
Era alrededor de las seis de la tarde. Mi mayor temor era que Micaela le diga a mi mamá. ¡Me cagaría a palos!
Pasó algo más de una hora. Estaba oscureciendo. En eso, Miriam viene a casa…
-Mamá dice que vengas…
Mi mamá me hace señas de que vaya. ¡No parece saber de qué se trata!
-Micaela querrá que la ayudés a mover algún mueble… - Eso había sucedido en otras oportunidades…, pero en ese entonces yo no me había cogido a su hija… No sé qué pasará ahora.
Y fui…; no había manera de zafar…
-Hola Dani…, vi lo que hacías con…, bueno… QUE HACÍAN…, ambos, no solamente vos…
-Si, señora Micaela…, pero Miriam no tiene la culpa… ¡Yo la obligué!
-No es eso lo que dice mi hija… Ella me dijo que tenía muchas ...

... ganas que vos le hicieras…, bueeee…, lo que hacemos con su papá…, así me dijo…
-Pero…, pero… yo le insistí en hacerlo…, ella no es culpable de nada…
-¡Jajaja! ¡Te hacés cargo de todo! ¡Como si ella fuera de madera!
-¡No! ¡No es de madera…! ¡Pero no es culpable!
-No la estoy acusando…, a vos tampoco… Hacían lo que todos los chicos quieren hacer… ¡y los grandes también! Me gusta que te hagás cargo, dejando a ella que siga siendo inocente…, ¡jaja! Pero conozco a mi hija…; ¡está loca por vos! No habla de otra cosa y no quiere otra cosa… ¡que tenerte dentro…, bien adentro! ¡Y no está mal! Vos sos un chico muy lindo e inteligente…, y ella tiene buen gusto… ¡jajaja! ¡Bien calentona! ¡Sale a la mamá! ¡Jajaja! ¿A vos te molesta?
-No, para nada, me gusta mucho como es Miriam, tan linda y cariñosa…
-Siii…, ja… me imagino… ¡muy cariñosa! ¿Cómo te mostró su cariño? ¿Qué te acaricia para mostrar su cariño? – Miriam está apoyada en la pierna de la mamá, con la cabeza baja…
-¡Le acaricié lo mismo que vos le acaricias al sodero! – Miriam se separó de la mamá y le habló mirándola a los ojos…
-¿Cómo decís eso? ¿Estás loca? – ¡Micaela se escandalizó…, del susto!
-¡Los he visto un montón de veces!
-¡¿Cómo vas a ver si estás en la escuela?! – Micaela está más asustada que yo. ¡Miriam la puso contra las cuerdas!
-¿Si vos haces eso sin que papá te vea…, por qué no lo puedo hacer yo con Dani? Él me quiere mucho y yo también… Me llena de besos y caricias y nos gusta mucho…, como a vos… ¿O no? – ...