LINDAS LAS PEQUEÑAS - Relatos Eróticos

LINDAS LAS PEQUEÑAS

... dispuesta a coger… ¡cómo ella!
-¡Jajaja! Espero poder probarla alguna vez… - ¡Se me volvió a poner al palo! - ¡Hey! ¡La tenés dura de nuevo! ¡Sos un tipo de múltiples cogidas! ¡Jajaja!
-¡Si mamita! ¡Con Dani podemos jugar varias horas! ¡Me la mete un montón! ¡Me deja tan contenta! – La nena está eufórica ante la madre. ¡Una genial demostración de calentura!
-¡Me alegra mucho que sean tan felices! – Micaela parece querer probar. ¡No me voy a negar! - ¿Hace mucho que cogen?
Me sorprendió lo directo de su pregunta.
-Y…, no hace mucho…, unas tres semanas… - Le contesto con dudas.
-No vayan a cualquier lado. Háganlo acá, es más seguro… Yo no me voy a enojar…, no, para nada… Mientras Miriam está contenta…, yo también lo estoy…
-Si señora…, los dos estamos contentos… - Yo estaba súper contento.
-Me alegra mucho…, pero… seguro que vos estás más contento… ¿no?
-No sé, ¿por qué?
-Bueeee…, ¿cuántos años le llevás… ¡No me mientas!
-Y… seis…, si, seis…
-Está muy bien…, cuando tengas 30…, ella tendrá 24… ¡Jajaja! ¡Ideal! – Micaela reía, aunque parecía seria… - ¡No quiero que le hagás el menor daño…, y cuidala mucho…! ¿Estamos? 
Ambos estamos totalmente desnudos. Había sido deseo de Miriam. 
-¡Ahora veo porque a mi nena le gusta tanto tenerte adentro! ¡Estás muy bien equipado! ¿Lo has hecho con chicas más grandes?
-Y…, algunas veces… - No me gustaba hablar de ese tema. No quiero que Miriam se ponga celosa. - ¡Pero con Miriam me gusta más!
¿Por qué me voy a hacer el ...

... discreto?
-¡Ella tiene todo lo lindo que tiene que tener una nena…, y lo tiene más lindo que ninguna…!
-¿Te gusta mucho mi nena?
-¡Un montón! ¡Más que nadie! ¡Y es súper cariñosa!
-¡Si, mamita! ¡Le hago como vos le hacés al sodero!
-¡¿Qué viste vos?!
-Y…, cuando están juntos en tu cama…, cuando trae la soda…
-¿Cuándo viste eso? – Parece que Micaela se enojó.
-Cuando no fui a la escuela porque me dolía la panza… 		¡Los vi en la cama! – Miriam estaba eufórica por decirle a la mamá todo lo que había visto. - ¡Vos estaba a lo perrita! ¡El sodero se sentó sobre tu colita!
-¡Caradura! ¡No tenés que espiar!
-¡No se lo digo a nadie!
-¡Pero ahora lo sabe Dani…!
-¡Jamás lo contaré! ¡Nunca! – En verdad, es mi propósito.
-Espero que así sea…
-Vos no le digás a papá lo que hacemos con Dani… 
-No se preocupen, no le voy a decir…
-Sigan jugando… Vuelvo en una hora…
Es una gran cosa que el papá de Miriam tenga que viajar… Por eso lado no hay peligro… 
Pero yo tengo una tentación…
-¿Tu mamá coge con muchos?
-No…, que yo sepa…, solamente con el sodero…, además de mi papá…, pero tu mamá también coge con el sodero…
-Si, lo sé. – Miriam se puso en cuatro sobre el asiento del sofá. Me paré en el borde, contra ella, y busqué el hoyito…, para clavársela.
-Despacito Dani…; vos sabés que por la colita todavía me duele un poquito…
-Si, mi amor…, despacito… - De todas maneras, le apoyé el glande. La tomé de la cintura y empuje suavemente… - Se que es lindo que me la metas en la colita, ...