La amorosa hija (Parte 8)
Fecha: 10/08/2017,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Thomas, Fuente: CuentoRelatos
... tampoco portaba sostén.
“Mmmm”, gimió Anne, cuando su papi comenzó a besar sus oídos y dejarla completamente desnuda.
“¿Me pongo el negligé, novio?”, pregunto sensualmente.
“¡Que lindas chichis tienes hijita, idénticas a las de tu madre!”, alabó Tomás a su hija, al tiempo que se sentaba en la cama, quitándose la corbata. Anne acercó sus nalgas a la cara de su padre que comenzó a besarlas como loco.
“No. Estrénalo el próximo jueves, ¿sí? No aguanto las ganas de cogerte, princesita”.
Anne puso sus manos en sus muslos y arqueó su trasero hacia la cara de papi. Tomás abrió con ambas manos las nalgas, exponiendo su rosado y brillante ano. Tomás acercó su boca y lo besó, relamiendo su contorno e introduciéndole la lengua, haciendo que Anne gritara de placer.
Se retiró un poco e introdujo el enorme dedo medio de su mano derecha, haciendo que Anne se doblara aún más hacia él, metiéndolo y sacándolo con suavidad, mientras que con sus otros dedos jugaba entre sus labios vaginales, apoyando su mejilla en una de las nalgas de su bella hija.
Unos minutos después, reemplazó el dedo medio por el pulgar dentro del culo de Anne, y le comenzó a frotar con los otros cuatro la vulva. Tomás quería verla de cerca tener un orgasmo, que escasos minutos después logró, en medio de gritos y jadeos de su novia.
Tomás cargó a Anne al jacuzzy, ya rebosante de caliente espuma. Ambos quedaron de pie, desnudos, besándose en medio de la tina en forma de corazón. El agua llegaba ...
... hasta la cintura de Anne. Tomás se sentó dentro, y Anne sumergió su cabeza, dándole a su padre la ansiada mamada subacuática. Tras varios segundos, emergía y tomaba aire, volviendo a su erótica labor una y otra vez.
Tomás, con la cabeza hacia atrás, disfrutaba al máximo lo que su bella hija le hacía. Tardó un poco más en lo que sería la última sesión. Salió del agua, agarro aire y se lanzó a la boca de Tomás, para besarlo con la familiar pasión.
Anne se puso de pie y giro su cuerpo. Replegó sus nalgas contra la cara de su padre y comenzó a bajar lentamente para quedar sentada en sus muslos.
“Por el culo papi. Dámela por el culo”.
Tomás batalló un poco para metérsela, pero lo logró tras unos segundos. El agua caliente había eliminado todo rastro de sus lubricantes naturales. La empaló lenta y suavemente, mientras acariciaba sus labios vaginales, haciéndola sucumbir de placer y venirse en escasos minutos.
Anne comenzó a subir y bajar sobre el tronco de su padre, haciendo chasquear el agua, hasta que pronto don Tomás anunció que no podía más.
“¡Hazlo papi! ¡Termina! ¡Lléname de ti!”
Tomás liberó por enésima vez su carga dentro de su hija, abundante, como si tuviera 20 años o menos, haciéndola vibrar con increíble placer.
Drenaron el agua, pero se quedaron pegados. Tomás la abrazó por el estómago y se levantaron, pero su erección comenzó a ceder y la bajó en cuanto estaban fuera de la tina.
Anne fue por toallas y se secó primero ella, luego a su padre. Se ...