PARTICULAR PROFESOR… PARTICULAR - Relatos Eróticos

PARTICULAR PROFESOR… PARTICULAR

... punto?
-¿Seguro que necesitás especial atención para dar el examen?
-No, no. Eso dice mi mamá. En realidad…, la verdad…, le hice creer que me iba muy mal…, para que usted me atienda… ¡Quería conocerlo!
-Bueno, Candela…, preciosa…, es un placer conocerte… ¿Qué te puedo enseñar?
-¡Oh! ¡Profe! ¡Tantas cosas! Me gustaría que me enseñara muchas… cosas lindas. – Candela apretaba su muslo contra el mío, y levantaba y bajaba la pierna acariciándolo. Yo lo sostenía firme. Ya que estamos en esa, pasé mi brazo sobre su hombro. Ella se reclinó sobre mí, haciendo que los dedos de mi mano derecha “naveguen” sobre su tetita derecha. ¡La comodidad absoluta! Nuestros muslos en contacto, mi brazo derecho sobre sus hombros y los dedos de la mano acariciando la tetita… 
La pechuguita que se ve descubierta por el escote, invita a ser acariciada. Esta nena, por la razón que sea, está calentísima. ¡No puede ser de otra manera!
Dado que el escote estaba justo, justo “a mano”, meto mi mano por el mismo y la apoyo en una de las tetitas, sintiendo sobre mi palma, la dureza del pezoncito. 
-Tesorito… ¿estás bien?
-Si, si… ¡muy bien! – La nena se había puesto querendona, inclinadita hacia mí… 
Le meto la otra mano entre las piernas. ¡La bombachita totalmente empapada! Se la corro y busco los labios. Los acaricio con los dedos índice y mayor, y se los introduzco. Con el pulgar acaricio el clítoris. Candela se estremece y gime. 
Mis ambas manos están ocupadas en su cuerpo. Espero que ella tenga ...

... alguna reacción “positiva”. Sigo manoseando sus tetas y metiendo los dedos en su conchita. 
Al fin lleva su mano hasta mi bulto, totalmente al palo. La estoy tomando desde la axila derecha y en la entrepierna. La levanto de la silla. Ella se toma de mi cuello. Está totalmente en mis brazos. La tiendo sobre la cama y le retiro el vestidito. Termino de sacar su bombachita, dado que corpiño no lleva, y me abalanzo sobre ella, una virgen pura e inocente – lo que creo -, dispuesta a conocer que es un hombre… y hacerse mujer… La beso, entreabriendo sus labios. Meto mi lengua y juego con la de ella. ¡Me corresponde! Unos minutos chuponeándonos…
Bajo por su pera, su cuello, la pechuguita, llegando a los pezoncitos, que beso, chupo y lamo, con su total entrega y gemidos de placer. Sigo bajando por el vientre, besando y lamiendo el ombliguito, llegando al impoluto monte de venus, sin ningún pelito. El sabor y el aroma de esta inocente y pura virgen, es absolutamente paradisiaco, un delicioso e irresistible manjar…
Lamo los labios vaginales y su adyacencia, metiendo la lengua, luego de lo cual le acaricio el clítoris y lo aprieto con mis labios. Candela se estremece…  
-¡Ay, ay! ¡Me hago, me hago pis! – La típica reacción de toda nena en sus primeras veces…
-¡No, no! ¡Preciosa! ¡No es pis…, es el juguito de tu conchita, que está muy feliz de recibir mis besos y caricias… 
-¡Es qué me hago pis!
-¡No es pis! ¡Largalo, yo me lo trago! - ¡Es un elixir! Candela gime y se retuerce de ...