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La Casa de la Señora Mirna
Fecha: 03/06/2025, Categorías: Transexuales Tus Relatos Autor: Andres, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... bueno que me cogiera a Javiercito para que lo pudiéramos llevar a la casa de la Señora Mirna, yo me quede atónito sin saber que decir a lo que mi madre me dijo crees que no me di cuenta lo que hacen con Javier en el cuarto a veces los veo por la ventana ya que las cortinas traslucen y permiten ver con claridad y que desde el patio se ve todo lo que hacen allí dentro. Entonces dilátalo bien que lo llevamos ya hable con los negros y están deseosos de cogérselos. A la semana siguiente un taxi nos llevaría a seguir disfrutando de las enormes vergas de los negros, y así fue ya en la tarde estábamos en la casa de la Señora Mirna y empezamos la fiesta esta vez éramos dos Javier y yo. Nos tomaron nos hicieron arrodillar y mamarles las vergas a los tres durante treinta minutos y lubricándonos el culito a ambos comenzaron a penetrarnos sin piedad Javier disfrutaba a lo loco de las embestidas que le daban ya que dos de los tres negros se ensañaron con él, yo me quede con el que tenía la verga larga y delgada mientras que el de la medida media y grande se estaban cogiendo a Javiercito el primero se lo banco ...
... lindo y ya el de la pija gruesa con resistencia se la introdujo toda y comenzó un mete y saca muy violento que le saco lagrimas a Javier pero quedo rendido en el suelo y después me agarraron a mí que me tiraron sobre la cama y levantándome las piernas el de la pija gorda me dijo hoy te la comes toda putito y con un poco de fuerza me rompió el culito y me lo taladro durante treinta minutos hasta que comenzaron a turnarse y también agarraron nuevamente a Javier y nos cogieron durante la noche hasta la madrugada, nos penetraron sin piedad y tuvimos que mamarles las vergas hasta que nos dolieron las mandíbulas en resumen quedamos desmayados pero muy satisfechos, después dormimos y mi madre nos vino a buscar. En el viaje de regreso hablamos e hicimos un compromiso de silencio, nuestras vidas debían continuar sin levantar sospechas sobre las visitas a la casa de la Señora Mirna y además debíamos trabajar para pagar la tarifa que cobraban por estar con los negros, con Javier terminamos siendo parejas y nos fuimos a vivir juntas a la capital cuando nos tocó estudiar carrera, pero esa es otra hermosa historia.