TAL COMO LO PIDIÓ - Relatos Eróticos

TAL COMO LO PIDIÓ

... muchísimo. Quiero tenerla adentro, bien adentro… ¡hasta el fondo!
Me incliné sobre Ruby. Me apoyé en las manos, sobre ella. Doblé los brazos y llegué a su boca con mis labios. Le di un tierno beso. Ella respondió como toda una mujer. Abrió los labios y con su lengua abrió los míos. Ese beso de lengua habrá durado 5 minutos. ¡Increíblemente placentero, a pesar de que me sostenía con mis brazos para no aplastarla. Mientras nos besamos Ruby tomó la pija y la colocó entre sus labios. Subió las caderas y el glande quedó dentro de ella, apretado pero ardiente…
-¡Es genial papito! ¡Dale hasta el fondo! – A pesar de su urgencia, no quiero hacerle daño. Fui penetrando despacio…
-¡Mi amor! Si te duele, decime y me detengo…, si querés te la saco…
-¡NOOOO! ¡Jamás! ¡Bien al fondo! ¡Quiero sentirte toda! ¡Toda, toda, penetrada por vos! – Ruby me abrazó por el cuello. ¡Imposible zafar!
-¡Sos divina, amorcito! ¡Me siento tan bien penetrándote!
-¡Siiii! ¡Si papito! ¡Es tan rico! – Le levanté las piernas y las apoyé contra mi pecho. ¡No llegaba al cuello! 
La nena tiene los ojos cerrados y marcado el rictus de una sonrisa, si eso es posible…
Dejé todo prolegómeno y comencé un pausado mete y saca. No comprendo cómo mis 17 centímetros pueden estar dentro de la nena… Me parece ver miedo en los ojos de Ruby.
-¿Qué pasa mi amor? ¿No te gusta que esté toda adentro?
En realidad, no puedo metérsela toda, pues la podría lastimar.
-¡Si, si, me gusta mucho…! Yo…, bueno… pensé que si te vas no ...

... te veré más… ¡me moriría! – Paré un momento el bombeo.
-Falta para que me vaya, mi amor…, pero cuando puedas viajar vendrás a casa. Te doy el número y te espero.
-¿En tu casa? ¿Me vas a dejar estar en tu casa?
-Claro, los dos juntos…, y dormirás conmigo…
-¿Y a la noche me harás cositas?
-¡Todo lo que vos quieras!
-¿En serio? ¿En todos los agujeritos?
-¡En todos! ¡Toda la noche meta y ponga!
-¡Qué lindo! ¿Cuándo puedo ir?
-Eso no lo sé yo… Será cuando tus papás te dejen…
-Pero…, mamá va a querer ir conmigo…
-No importa…, eso lo arreglamos… - ¡Sería fantástico!
-¿Y ahora?
-¿Ahora qué? - ¡La nena quiere más!
-Quiero que me llenés la colita…, leche, mucha lechita…
-¿Estás segura? ¿Puedo metértela por el culito? Mirá que no se dilata como una conchita…
-¡Siii! ¡Rompeme el culitoooo! ¡Dame toda la lechitaaaaa! ¡Síííí! 
Ruby estuvo todo este tiempo con las piernas apoyadas en mi pecho. Yo sacaba y metía la pija con suavidad y lentamente, no solamente para no hacer daño, sino para gozarla más en el vaivén. Se levantó y se puso en cuatro, ofreciéndome el lindo culito…
-¡Papito! ¡Todo para vos! – Lo besé, lo chupé, lo lamí, lo ensalivé todo lo que pude… - ¡Esperá, esperá! Mamá tiene una crema o algo así que se pone cuando viene algún amigo a hacerle compañía… Lo usa en su culito y se lo pone a los amigos… ¡Lo voy a buscar!
A los pocos segundos trajo el gel lubricante. Le unté el culito, metiendo el índice bien lubricado en el hoyito y unté el esfínter… Me iba a poner ...