HERMOSA TRABAJADORA LA TIENE DE ORO - Relatos Eróticos

HERMOSA TRABAJADORA LA TIENE DE ORO

... presionado, poco a poco el glande se introdujo en el recto de Amalia. Cuando desapareció en el esfínter me detuve.
-¿Está bien, tesoro? ¿Duele? – Quiero que Amalia esté lo más confortable posible.
-Un poquito nomás…, ahora no…, seguí empujando…
Cuando tenía adentro unos 10 ctms. volví a detenerme…
-¡No! ¡Seguí así, despacio, pero no parés! ¡Te siento muy bien! Molesta un poquito pero no duele… ¡Más adentro! 
Seguí empujando lentamente, volcando siempre algo de lubricante. Así llegué a apoyar mis testículos contra perineo y concha… ¡Placer infinito tener la pija en ese culo maravilloso! Por suerte a Amalia le parecía lo mismo…
-¡Ay Dios! ¡Qué rico es sentirte! ¡Me siento de feliz! ¡Qué bien me siento! ¡No tengo palabras para agradecerte, papito! – Amalia hablaba muy fuerte, como si quisiera que todo el mundo se enterara de lo bien que la estaba pasando.
Comencé a salir despacio y volver a entrar de la misma manera. Así varias veces, hasta que fui aumentando de velocidad.
Amalia gime y suspira. Lleva su mano al clítoris, allí donde yo la encontré cuando empezó todo este grandioso polvo. Sigo bombeando a un ritmo casi frenético. Ella me acompaña con sus caderas: atrás-adelante/atrás-adelante…
-¡Dios, diosito! ¡Es la gloria! ¡No aflojés amorcito, dame duro! ¡Me gusta tanto! – Amalia está encantada. No hace más que algarabía por su placer… - ¡Dani…, Dani! ¡Tesoro! ¡Qué feliz me hacés!
En mi opinión, y por todo el barullo que hace, a Amalia le complace más por el culo que por la concha. No me preocupa eso, pero trataré de sacarle buen partido. Es muy lindo ver a la gordita con el culo bien parado, con la cabeza apoyada en la almohada, con las manos ir y viniendo desde los glúteos al clítoris, y desde este al culo… ¡Espectacular!